SAN DIEGO, CA
El
crimen organizado transnacional recurre actualmente a embarcaciones de
menor perfil, diseñadas para transportar cargamentos de cocaína desde
Centroamérica hacia Estados Unidos y no ser detectadas por radares.
Durante
un encuentro de oficiales de la Guardia Costera de Estados Unidos y
Canadá con la prensa, el vicealmirante de la institución, Fred Midgette,
señaló que han detectado una tendencia en crecimiento del uso de
embarcaciones de menor altura y que pueden navegar a mayor velocidad
para no ser detectadas.
Si bien las denominadas “pangas”
continúan siendo el medio de transporte más común para el trasiego de
droga, el reforzamiento de seguridad en altamar obligó a grupos
criminales a buscar nuevos métodos y tácticas para intentar llevar los
cargamentos a su destino sin detección.
En la medida que la
influencia y el poder de organizaciones criminales se propaga, ninguna
persona en el hemisferio está a salvo de sus efectos corrosivos”, agregó
el comandante de la zona del Pacífico durante su explicación sobre las
tácticas utilizadas por grupos transnacionales para ingresar droga por
la vía marítima.
Midgette no quiso abundar sobre las tácticas que
utilizan para detectar este tipo de embarcaciones, pero refirió que
tanto la Guardia Costera estadunidense como sus socios internacionales
responden con mayor inteligencia y tecnología.
El encuentro se
dio este jueves cuando dicha agencia estadunidense descargó en el puerto
de San Diego, California, un alijo de 47 mil libras de cocaína, con un
valor aproximado en la calle de 721 millones de dólares, que fue
decomisado en 23 operativos de agencias estadunidenses y canadienses.
En
comparación con el año fiscal 2016 se decomisaron cerca de 444 mil
libras de dicha droga con un valor aproximado de 6 mil millones de
dólares.
A su vez, se detuvo a 708 personas a bordo de estas
embarcaciones, lo que representa un aumento de 21 por ciento en
comparación con el año fiscal 2016, en el que se detuvieron 585, según
datos de la Guardia Costera.
Adam Braverman, fiscal federal del
distrito sur de California, refirió que debido a este auge de tráfico de
drogas por la vía marítima se formará una unidad enfocada en individuos
que se dedican al transporte de sustancias controladas.
En
últimos meses se detectó un mayor número de decomisos en las aguas del
Pacífico oriental, así como en las costas de California y Baja
California, en México, precisó el fiscal.
De los 23 casos que
fueron enviados hoy a la fiscalía del sur de California, cuatro
corresponden a individuos que navegaban en embarcaciones de menor
perfil.
Desde junio de 2017, agencias federales que operan en
aguas internacionales han interceptado dos semisumergibles, además de 13
embarcaciones que desde su construcción fueron pensadas para movilizar
grandes cantidades de droga, dinero en efectivo o armamento.
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