Adriana Barraza aprende de la vida

Adriana Barraza aprende de la vida

CDMX

Tras 52 años de trayectoria como actriz, en los que además ha sido maestra de muchos y ejemplo de otros, la originaria de Toluca, Estado de México, hace un tributo a la figura del maestro rural a través de la película El último vagón, de Ernesto Contreras, que este 26 de mayo estará disponible en la plataforma de Netflix.

Cuando Adriana Barraza recuerda, en el marco del Día del Maestro, quienes fueron sus mejores profesores en la vida en cuanto a la actuación, le llega a la memoria el actor y director Sergio Jiménez (1937-2007), así como del director de cine Alejandro González Iñárritu, con quien trabajó en las películas Amores perros y Babel, ésta última por la que fue nominada al Oscar en 2007. Pero no sólo ellos, la actriz mexicana se remontó a su infancia para recordar a aquellos maestros que le dieron aprendizajes de vida.

“Desde la primaria, me acuerdo de mi maestra, la seño Lolita. No sé si viva, ya tengo yo 67 años. Me acuerdo de quienes me quisieron mucho y me la hicieron pasar bien, así como de los que me la hicieron pasar muy mal. La seño Lolita fue extraordinaria.

“Después, en la preparatoria hubo muchos. Tuve la fortuna de estrenar una prepa piloto en Toluca, que se llama ahora Ignacio Ramírez. Éramos solamente 80 alumnos y ahora son cinco mil. De hecho, vamos a cumplir 50 años, toda la generación mía, de haber salido.

“Mi primer maestro de literatura, que aparte era mi amigo por el teatro, Eugenio Núñez Ang, nos enseñaba arte y te llenaba de impresiones y cosas fantásticas. Al mismo tiempo yo estaba haciendo teatro y lo encontré también por ahí, porque él era parte de la cuestión teatral de Toluca. Recuerdo a mis maestros de teatro, a José Trinidad Aguilar Ramírez, Esvón Gamaliel, que fue mi maestro y amigo, durante tantos años. Después, cuando me cambié a Chihuahua, Manuel Talavera, que también era mi amigo, pero también mi maestro”, relató Adriana Barraza, en entrevista con Excélsior.

SIn embargo, fue Sergio Jiménez quien le dio la posibilidad de conocer a un tipo de maestro con el que ahora se identifica.

“Con un comentario que hagas o una reflexión, más allá de la actuación, pero que tiene que ver con ella, uno puede realmente sellar a alguien. Sergio tenía tantas frases y maneras de decir lo actoral, pero sin dejar de lado lo humano, que fue un gran maestro para mí. Esa siempre ha sido mi aspiración, que pueda ser útil a los alumnos, que se rían, pero, al mismo tiempo, que lo tomen en serio. Una mezcla de cosas importantes”, afirmó.

¿Y acerca de Alejandro González Iñárritu?
“Con Amores perros, me enseñó una manera nueva en la que yo podía actuar y yo no sabía. Cuando yo vi la película dije: ‘ah caray, mira, ¡yo puedo actuar así!’.

“A partir de lo que decía Sergio acerca de buscar la verdad en el teatro, en la actuación, más la metodología de Alejandro para dirigir, me dieron la pauta para que yo misma hubiera vivido dentro de mí esto y agarrar todo para tratar de dárselo a mis alumnos y a mis actores cuando yo dirijo”, destacó.

Es así que el mayor consejo de Adriana Barraza para sus alumnos o para los actores que gustan de su trabajo es que “nada en la vida es gratis, todo requiere un esfuerzo”.

“Uno tiene que saber que los primeros éxitos que tienes son para lograr algo chiquitito en el escenario. Eso me enseñó también la danza, pues estudié siete años ballet clásico, aledaño, sólo para no quedarme con las ganas.

“Hay veces que tu sueño no está bien fundamentado, porque no trabajas sobre él. Cuando los alumnos ven a alguien en la pantalla, que a veces te da popularidad y fama, o en el teatro, esa persona no llegó ayer. Hay todo un trabajo atrás. Si realmente se quiere hacer una carrera y perdurar en ella, tienes que pensar y darte cuenta que pondrás ahí tu vida.

“El primer gozo es el que tú te das en el escenario. Yo estuve 15 años en el escenario sin un centavo, porque sabía que ahí era feliz. No hay que pensar en las consecuencias, sino en lo que te hace feliz. Pasión, disciplina y mucho trabajo, sin olvidar que tu sueño debe tener una base”, enfatizó.

Es así que a la actriz le entusiasma rendir tributo a los maestros a través de su personaje en El último vagón, en el que Georgina es una maestra decidida a hacer una diferencia en la vida de los niños que educa en el aula de una escuela de vagones en el México rural. Ahí comparte créditos con Guillermo Villegas, Fátima Molina, Blanca Guerra, Jero Medina, Gabriela Cartol, Adrián Vázquez y Tete Espinoza.

“Me hizo favor de invitarme mi queridísimo amigo Ernesto Contreras. Sus películas son muy especiales, porque tiene una habilidad y un talento para tocar temas en los que se hace una exposición de un tema social, pero siempre hablando de lo mejor del ser humano. Es una cosa muy bonita que hace Ernesto, sin ser superficial, sino de una manera profunda.

“Cuando me mostró el libreto, no podía con la emoción. Está escrito con una belleza enorme, pero, además, el personaje de la profesora Georgina me llenó el corazón. Pensé, desde el principio y siendo maestra desde hace casi 50 años, que era mi oportunidad de poder hacer un homenaje a los maestros rurales.

“Son los que realmente se pueden ir al confín del mundo, en unas situaciones muy precarias a veces, pero su espíritu y su pasión porque un niño aprenda, gana todo. Continúa con sus clases de actuación con los jóvenes en el Adriana Barraza Acting Studio. Así que me parecía una muy bonita ocasión para mí, muy grande, de poder hacer este homenaje con mi corazón a todos ellos”, concluyó.

Más trabajos en el cine
Adriana Barraza estrenó en Estados Unidos, el pasado 12 de mayo, la película Mónica, acerca de una mujer trans que regresa a cuidar de su madre enferma y enfrenta las heridas del pasado.

“Los temas que tienen que ver con las opciones sexuales me interesan. Desde que soy muy joven, tengo amigos gays y he visto, de primera mano, que son vidas muy difíciles, especialmente si no tienen el apoyo de sus seres cercanos. Este es un guion muy inteligente, de una mujer madura, cuya madre tiene cáncer de cerebro. Está en la disyuntiva de ir a verla y cuando lo decide, su madre no sabe que es su hijo, porque cuando salió de su casa, fue un adolescente y cuando regresa, es una mujer hermosa. Es así que estas dos mujeres se van entrelazando y reconociendo. Es una gran película de autor”, dijo Barraza.

El 18 de agosto estrena, también en cines de EU, la comedia Blue Beetle, de DC Comics / Warner Bros, acerca de un adolescente mexico-americano, interpretado por Xolo Mariduena, que encuentra un escarabajo alienígena y le da superpoderes.

“Soy muy afortunada de tocar géneros tan diferentes. Aquí hago a una viejita de 80 años, que sólo habla en español. Es una historia muy graciosa y tuve la fortuna de trabajar con Damián Alcázar, George Lopez, Susan Sarandon, Belissa Escobedo y Elpidia Carrillo. Es un gusto, aunque fue difícil hacer una película de acción de gran estudio, porque se lleva su tiempo. Estuvimos tres meses en Atlanta y uno en Puerto Rico, es un montó, pero la disfrutamos muchísimo”, acotó.

También forma parte del cortometraje El tesoro, que se presentará el 3 de junio en Los Ángeles Latino International Film Festival, y el 6, 7 y 8 de junio en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara.

Junto a Roberto Sosa y Mónica Huarte, la actriz aborda en este trabajo el papel de una madre que brinda consuelo a las familias de los desaparecidos y las madres buscadoras: “El verdadero tesoro es tratar de encontrar a tu familiar. Me siento muy bien de poder tocar el tema, porque es una situación muy complicada en todo el mundo”.

En el mismo sentido, protagoniza el unipersonal Madre, acerca de la travesía de una mujer milenaria en su eterna lucha por encontrar el cuerpo de su hijo. Con tal trabajo celebró cinco décadas de trayectoria en su momento.

“Es como una mujer griega, que ya no sabe dónde buscar a su hijo y va al inframundo, a ver si ahí está, y se encuentra ahí con sus propios ancestros. Es una obra muy dura física y emocionalmente. Hay una invitación para ir a Toronto, pero estamos armándola y quisiera llevarla a México y a Argentina. Este año no, pero vale mucho la pena”, finalizó.