El catcher de los Reales reconoce que estuvo aturdido.Salvador Pérez, receptor de los Reales de Kansas City, dijo haberse sentido aturdido y mareado tras recibir un batazo en la cabeza durante el segundo juego de su serie divisional de la Liga Americana frente a los Angelinos de Los Angeles.Pese a ello, el venezolano permaneció en el juego.En declaraciones previas al tercer duelo de la serie, el domingo por la noche, Pérez dijo que el manager de los Reales, Ned Yost, y el kinesiólogo Nick Kenney le hicieron una serie de preguntas para cerciorarse de que se encontraba bien antes de permitirle que siguiera en el juego. Los Reales ganaron 4-1 en 11 innings, y buscaban barrer más tarde a los Angelinos en la serie.“Un ligero dolor de cabeza. Después de recibir el golpe, me sentí como... aturdido, con la vista un poco nublada”, indicó Pérez. “Hablé con Ned al respecto y luego de 30 segundos, pienso que todo desapareció. Pero ahora me siento bien, sin dolor de cabeza y listo para jugar”.Las lesiones cerebrales han causado un debate generalizado en los deportes profesionales, principalmente en la NFL. Pero muchos beisbolistas también han sido inhabilitados por conmociones cerebrales, incluido Pérez, quien ingresó la lista de lesionados durante siete días por una conmoción cerebral el año pasado.La medida se tomó luego que Pérez recibió un pelotazo en la careta en un juego en contra de los Yanquis de Nueva York. El golpe más reciente sucedió cuando el bateador Josh Hamilton, de los Angelinos, abanicó y su bate hizo un fuerte contacto con el casco de Pérez.En el terreno, Kenney le practicó un examen para detectar conmociones, revisando su vista y realizando una serie de pruebas. Pérez insistió en que se hallaba bien. De haberse determinado que presentaba una conmoción cerebral, el venezolano se habría perdido el tercer juego.