En medio de la vorágine política y el constante vaivén de declaraciones, la industria de los semiconductores en Arizona se mantiene con un optimismo inquebrantable. A pesar de los recientes comentarios de Donald Trump sobre la Ley CHIPS y Ciencia, que la calificó como "mala" durante su campaña, los expertos en el sector no se muestran preocupados por la continuidad de esta iniciativa crucial.
El presidente Joe Biden, por su parte, ha convertido a Arizona en un epicentro de la Ley CHIPS y Ciencia. En 2022, inauguró la construcción de la nueva planta de Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) en Phoenix, y a principios de este año visitó la expansión de la fábrica de chips de Intel en Chandler. "Esto va a transformar el país de una manera que ni siquiera comprendéis todavía", proclamó Biden.
La inversión en la industria de los semiconductores en Arizona es una realidad tangible. Se han destinado miles de millones de dólares a la construcción de nuevas fábricas y se está invirtiendo fuertemente en la formación de personal cualificado. "Estamos hablando de una inversión de empresas privadas de 100.000 millones de dólares en nuestro estado. Es la mayor inversión que haya visto jamás un estado en cualquier sector", afirmó el senador estadounidense por Arizona, Mark Kelly.
Pero no solo los grandes fabricantes de chips se benefician de esta inversión. Empresas como AGC Multi Material America, que fabrica los materiales para los circuitos a los que se adhieren los chips, también son parte fundamental de esta cadena de valor. "Somos un elemento muy importante para que esta tecnología funcione", aseguró Brian Sinclair, representante de la empresa.
La construcción de estas plantas, las inversiones millonarias y el desarrollo de una fuerza laboral altamente capacitada han generado un efecto dominó en la economía de Arizona. "Arizona se ha convertido actualmente en el centro global de fabricación de semiconductores del mundo entero", afirmó Danny Seiden de la Cámara de Comercio de Arizona.
A pesar de los comentarios de Trump, la industria confía en la continuidad de la Ley CHIPS y Ciencia. "Necesitamos chips en Estados Unidos, así que no creo que vayan a desaparecer", aseguró Seiden.