La Fiscal General de Arizona, Kris Mayes, anunció el lunes una iniciativa innovadora: capacitar a los trabajadores de las empresas de servicios públicos para detectar casos de trata de personas. Esta acción se realiza en el marco del Mes de Concientización sobre la Trata de Personas, y busca aprovechar la amplia red de trabajadores que diariamente recorren el estado.
La magnitud del problema es alarmante. La Línea Nacional contra la Trata de Personas ha reportado 7,000 casos en Arizona desde 2007. Sin embargo, “el FBI estima que solo conocemos el 1% de los sobrevivientes de trata”, afirma Andy Thomas, director ejecutivo de Hope Rising Arizona, una organización a punto de inaugurar el único refugio de larga estadía para víctimas de trata en el sur de Arizona.
La dificultad, según Thomas, radica en la dificultad de acceder a recursos y la invisibilidad de la problemática. “Hasta que los sobrevivientes se enteran de lugares como Hope Rising Arizona, la situación permanece oculta”, explica. Stacey Sutherland, directora del programa de la Red Antitrata de Arizona, añade: “Muchas víctimas no revelan lo que sufren por vergüenza, miedo o culpa”.
Es aquí donde entra el papel crucial de las empresas de servicios públicos. Empresas como TEP y APS, entre otras, recibirán capacitación para identificar señales de trata de personas durante sus labores diarias, ya sea leyendo medidores o trabajando en líneas eléctricas, y aprenderán los procedimientos adecuados para reportar cualquier sospecha. “La oportunidad de ver estas señales, tanto en la vida profesional como personal, es invaluable”, comenta Sutherland.
Este programa representa un primer paso hacia una meta mayor: erradicar el estigma asociado a la trata de personas y empoderar a la ciudadanía para actuar como aliadas en la lucha contra este delito.