El foco de atención se centra en un trágico suceso que involucró a un bebé de apenas 3 meses de edad. Su padre, Nicholas Perkins, de 24 años, se encuentra bajo custodia, acusado de maltrato infantil y agresión agravada. Las autoridades del Condado de Maricopa investigan a fondo los hechos ocurridos el pasado domingo 5 de enero.
Según informes del Sheriff del Condado de Maricopa, los agentes fueron llamados a una casa en Waddell por reportes de un bebé herido. Al llegar, encontraron al pequeño inconsciente y lo trasladaron de inmediato al Phoenix Children’s Hospital en Avondale. Allí, un trabajador social alertó a las autoridades sobre la naturaleza de las heridas, indicando que no parecían accidentales.
Los detalles médicos, según consta en documentos judiciales, son desgarradores: el pequeño presentaba una fractura de fémur, múltiples fracturas craneales y, lo más impactante, una decapitación interna. Además, se descubrieron lesiones preexistentes, incluyendo fracturas en el fémur, costilla y brazo. "Las lesiones no eran compatibles con las explicaciones del padre", se lee en los documentos.
Ante las evidencias irrefutables, Perkins confesó a los detectives que se sintió frustrado, "perdió el control y se desmayó" antes de sacudir violentamente al bebé. La investigación continúa y se espera que se presenten cargos adicionales contra Perkins una vez que se completen todos los procedimientos.
El pequeño falleció el lunes por la tarde, una semana después del incidente.