MIAMI, Fla
El Heat no ha tenido un camino fácil y se acercan a la marca.
Los Lakers de Los Angeles lo hicieron parecer sencillo cuando apilaban victoria tras victoria hasta acumular 33 consecutivas para fijar el récord de la NBA.
El Heat de Miami no tanto.
Aquellos Lakers de 1971-72 ganaron 17 partidos durante esa racha por 15 puntos o más. El Heat más bien han tenido que trabajar un poco más, frecuentemente metiéndose en problemas antes de remontar y sacar los triunfos.
“Vamos a ser exigidos por todos por culpa de esa racha”, dijo Mario Chalmers, jugador del Heat.
Por eso es que en lugar de saborear las 27 victorias consecutivas que ya tienen, el Heat se prepara para la que quizá sea una de las mayores pruebas fuera de casa hasta el momento para alcanzar la marca de aquellos Lakers. Miami jugará en Chicago el miércoles por la noche, una rivalidad renovada que, en el papel, ha perdido parte de la chispa que tuvo hace uno o dos años.
Los Toros aún no cuentan con el lesionado Derrick Rose en su alineación y han perdido 13 de sus últimos 22 encuentros. Sin embargo, el Heat espera un partido con ambiente de playoff, un encuentro reñido.
“Nuestra racha histórica se trata de ganar campeonatos”, dijo la estrella del Heat LeBron James. “Por eso es que queremos ser conocidos. Es parte de un proceso. Lo que sea que pase en medio, podemos emocionarnos. No lo teníamos en mente como una meta, ‘vamos a lograr una larga racha de triunfos’, sino que nuestra meta es ganar cada partido cuando entramos en la cancha”.
En días recientes, eso no ha sido sencillo. Boston tenía una ventaja temprana de 17 puntos sobre el Heat y luego 13 en el cuarto período. Cleveland puso a Miami en un agujero de 27 puntos, y en Detroit y Charlotte, el Heat perdía por 11 antes de conseguir la victoria. El lunes por la noche, el Magic de Orlando y el Heat iban empatados ya entrados en el tercer período antes de que James guiara una racha de 20-2 que cambió todo.
Chicago ya venció una vez al Heat esta temporada, en Miami. El viernes, el Heat irá a Nueva Orleans, donde los Hornets recién terminaron con la racha de 15 victorias de Denver. Y el domingo jugarán en San Antonio, no sólo contra el líder del Oeste y posible oponente en la final de la NBA, sino que también con implicaciones serias para conseguir el primer puesto de la preclasificación para los playoffs.