Amdsterdam
Torres e Ivanovíc hicieron los goles del título para los ingleses en la Europa League.
En tiempo de compensación el Chelsea logró levantar la tercera copa continental en su historia. En un partido que tal vez no merecía ganar por las oportunidades que se generaron en la cancha, los “Blues” mostraron más contundencia que el Benfica y con un remate de cabeza de Ivanovíc al minuto 92 se coronaron Campeones de la Europa League.
Un año después de haber ganado la Champions League, el conjunto inglés volvió a poner su nombre en lo más alto del futbol europeo. Y lo hizo en un juego duro, intenso y complicado en el cual sufrió la mayor parte de los 90 minutos pero que supo resolver en las dos jugadas más claras de gol que tuvo para imponerse a los portugueses 2-1 en la cancha del Amsterdam Arena.
Cancha donde la escuadra rojiblanca pago cara la falta de contundencia frente a la portería de Peter Cech. El Benfica lo intentó por todos lados, dominó la pelota, tuvo las mejores oportunidades, fue mejor en el terreno de juego, sin embargo no pudo dar el último pase a la red y le costó quedarse en la orilla y ver el festejo del conjunto londinense.
El dominio de la escuadra portuguesa fue claro desde los primeros minutos del encuentro. Presionó la salida del equipo inglés hasta que lo sofocó y con un futbol de mucho toque empezó a llegar con peligro sobre el área del portero checo.
Pero ni Óscar Cardozo, ni Nicolás Gaitán, ni Eduardo Salvio tuvieron la eficacia y precisión a la hora del último disparo. Sus intentos se quedaron en tiros tapados, desviados y algunos otros tapados por el guardameta de la escuadra azul.
Chelsea fue poco a poco recuperando terreno y equilibrando el partido. Sin mucha profundidad y con poca llegada de gol, el equipo de Rafael Benítez se fue al frente en el marcador en una jugada a velocidad de dos toques. Cech salió con las manos para Juan Mata, Mata le tocó al “Niño”, quien se quitó a dos defensas, le ganó el duelo al arquero y empujó la pelota al fondo para poner el 0-1 al minuto 60.
Las “Águilas” reaccionaron rápido y en su peor momento de todo el partido encontraron el tanto del empate al 68 por la vía del pénalti. Óscar Cardozo convirtió la pena máxima que minutos antes había regalado el defensa español César Azpilicueta.
El gol de la igualada motivó a los portugueses y se fueron con todo al ataque. Todavía Cardozo tuvo el gol de la diferencia pero una excelente atajada de Peter Cech evitó la caída de su marco.