Booker despunta con los Soles

PHOENIX, AZ.
En su segundo año se ha convertido en uno de los puntales de Phoenix.
A Devin Booker se le perdona hasta que firme autógrafos justo después de ser expulsado. Con 20 años de edad recién cumplidos en octubre, es uno de los jugadores más jóvenes de la plantilla de los Soles de Phoenix; también uno de los más prometedores.
Por eso es el ‘niño bonito del grupo’, el peque con calidad de adulto, el gringo con sangre mexicana. Su rostro delata inexperiencia y eso le ha obligado a emplearse a fondo para ganarse el respeto de sus compañeros y rivales. Y vaya si lo ha conseguido.
Kobe Bryant fue uno de los que reconoció su calidad y no dudó en darle un par de botas firmadas el año pasado durante su gira de despedida.
LeBron James yDwyane Wade también ensalzaron su calidad, así como Gregg Popovich, quien le dirigió durante el pasado verano en el Select Team que sirvió de sparring al Team USA antes de participar en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Booker es especialista en dejar huella.
En su encuentro con ESPN Digital, el escolta se muestra jovial, bromista y garante de su identidad estadounidense sin pasar por alto el vínculo que tiene con México.
“Mi madre es mexicana y boricua. De hecho es más mexicana. Debió haber una falta de comunicación, todo el mundo cree que soy puertorriqueño”, declaró sonriente. “Estoy americanizado”.
Verónica Gutiérrez es la responsable de que Booker adore la comida mexicana y actúe como traductora en las conversaciones que tiene con su abuelo. Ni el señor habla inglés, ni el joven español.
“Veo a mi abuelo una vez al año y es ahí donde sale mi parte mexicana. Él no habla nada de inglés”, apuntó.
Al jugador de segundo año con los Soles le faltó una presencia paternal constante durante su crianza, sin embargo, ésta fue fundamental para que germinara en él la semilla del básquetbol. Melvin Booker fue jugador profesional a pesar de que nadie le seleccionó en el Draft de 1994, aunque su periplo en la liga no superó los 32 partidos con Rockets de Houston, Guerreros de Golden State y Nuggets de Denver.
Italia y Rusia fueron los destinos que le impidieron estar cerca de su hijo durante los 10 primeros años de su vida. Melvin y Verónica nunca se casaron e incluso la madre del jugador de los Soles tuvo una hija y otro hijo fruto de otra relación. Sin embargo, siempre facilitó el contacto entre Melvin y Devin.
El apego del jugador de los Soles con su familia es total, por eso describió el momento en que tuvo que cambiar Michigan por Mississippi como “el más duro de su vida”. Dejó atrás a los suyos y partió con su padre para comenzar su carrera hacia la cima en su primer año de High School.
Booker subió como la espuma y tras un año en los Wildcats de Kentucky, logró cumplir el sueño que su padre nunca logró: ser elegido en el Draft de 2015. Los Soles le escogieron en el décimo tercer puesto.
Su primer año en la liga fue difícil en lo colectivo, con un equipo marcado por las lesiones y el cambio de coach. Como él mismo dijo: “Conocí el lado de los negocios de la NBA”.
“Mi primera titularidad fue de lo más especial”, confesó.
Aquel 23 de noviembre fue inolvidable para él. Substituyó a un Eric Bledsoe lesionado nada más y nada menos que contra los Spurs de San Antonio y jugó 24 minutos, más que en ninguno de los partidos que disputó hasta el momento.
“Jugué contra jugadores que estaban en la liga desde que yo tenía uno o dos años de edad. Estaban Tony Parker, Manu Ginóbili, Tim Duncan, Gregg Popovich… Aquella noche llamé a mi padre y le dije: ‘acabo de jugar contra gente contra la que tú jugaste’, afirmó a Sports Ilustrated en una entrevista reciente.