Fue una muestra contundente de la evolución de la defensiva, liderada por un Frankie Luvu que se convirtió en una pesadilla para Deshaun Watson. Luvu, quien capturó a Watson en dos ocasiones, además de una recuperación de balón suelto, se muestra cauto con la euforia: "Aún hay muchas jugadas por hacer y que podemos mejorar", mencionó.
La defensiva de Washington, que había sido una de las peores en la liga en las primeras semanas de la temporada, demostró un cambio radical. La clave estuvo en la presión que ejercieron sobre Watson, con siete capturas y la contención en tercer down, limitando a los Browns a 0-12 en la primera mitad del partido. "Ejecutamos muy bien", afirmó Jonathan Allen, quien logró una captura y cinco tacleadas. "Cuando tienes esa cantidad de capturas, los defensive backs deberían recibir todo el crédito porque jugaron muy bien".
Sin embargo, la falta de precisión en la zona de anotación sigue siendo una preocupación. Una intercepción de Daniels y algunos errores en el juego de pies le costaron puntos a los Commanders. "Dejamos mucho en la mesa", reconoció Daniels. "Es un juego largo. Tienes que seguir peleando".
La próxima semana, los Commanders se enfrentarán a un duro rival: Lamar Jackson y los Ravens de Baltimore. Un nuevo reto que pone a prueba la evolución del equipo, que parece encaminado a consolidarse como uno de los contendientes de la NFL.