La selección uruguaya, bajo la dirección de Marcelo Bielsa, se enfrentaba a Ecuador en un partido crucial para su clasificación al Mundial. La presión era palpable, la necesidad de un triunfo apremiante.
El encuentro, sin embargo, se caracterizó por la falta de fluidez y precisión. Uruguay, a pesar de mostrar mejor desempeño que en el encuentro anterior, no logró romper el cerco defensivo ecuatoriano. La tensión era evidente, reflejada en las caras de los jugadores y en el silencio expectante de las 30.000 personas que abarrotaban las gradas.
El momento de mayor peligro para Ecuador llegó a los 32 minutos. Federico Valverde lanzó un pase largo que encontró a Maximiliano Araujo, quien centró para Darwin Núñez. El delantero del Liverpool giró en el área y remató con fuerza, pero su disparo se estrelló contra el poste izquierdo. Fue la jugada más clara de un partido que se mantuvo en un constante vaivén de fricciones e imprecisión.
. La nota positiva para Bielsa, sin embargo, fue la recuperación de Mathías Olivera y José María Giménez, tras la suspensión impuesta por Conmebol. Giménez, elegido capitán por Bielsa, le dio un nuevo aire a la defensa uruguaya. Su liderazgo y experiencia fueron clave para contener las veloces subidas de Ángelo Preciado y los precisos pelotazos de Moisés Caicedo, dos de los jugadores más destacados de Ecuador.
La doble jornada dejó a Uruguay con un magro balance de un punto de seis posibles. El panorama se complica, pues el próximo desafío será contra Colombia en Montevideo el 15 de noviembre, seguido de un encuentro en Bahía contra Brasil cuatro días después.
Uruguay, con 16 puntos, se ubica en el tercer puesto de la clasificación. Ecuador, por su parte, escaló a la cuarta posición con 13 unidades. El equipo dirigido por Sebastián Beccacece recibió solo un gol en los últimos siete partidos, demostrando una solidez defensiva que le ha permitido mantener su esperanza de acceder a la máxima cita del fútbol mundial.