La emoción se palpita en cada rincón del continente, con la expectativa puesta en cuatro equipos que buscan coronarse como el rey del fútbol sudamericano.
River Plate, el gigante argentino, se enfrenta al Atlético Mineiro en un duelo que promete ser vibrante. Los Millonarios, cuatro veces campeones de la Copa Libertadores, cuentan con la ventaja de jugar la final en su estadio, el Monumental. Sin embargo, el Mineiro, con la experiencia del técnico argentino Gabriel Milito y la ilusión de repetir el título logrado en 2013, no se dejará intimidar. El partido de ida se juega en Belo Horizonte, con River confiado en obtener un buen resultado que lo acerque a la quinta estrella.
"Hemos sido muy competitivos en los partidos de visitante que hemos jugado y lo vamos a ser también en este", declaró Marcelo Gallardo, el entrenador de River, quien busca su tercer título en la Copa Libertadores.
En otra llave, Peñarol, el equipo uruguayo que rompió la sequía de 13 años sin estar entre los cuatro mejores de la Copa Libertadores, se enfrenta al Botafogo, la revelación del fútbol brasileño. El "Manya", cinco veces campeón de la Copa Libertadores, tendrá la difícil tarea de superar a un Botafogo que sueña con su primera estrella continental.
"Los favoritos son ellos", admitió Diego Aguirre, entrenador de Peñarol, reconociendo la superioridad de Botafogo en infraestructura, presupuesto y plantel. Sin embargo, el conjunto uruguayo confía en su historia y en su espíritu luchador para dar la sorpresa.
"Hay gente que capaz que no conoce lo que es Botafogo, pero ya lo van a conocer y también al estilo de juego que tenemos", advirtió Mateo Ponte, lateral uruguayo del Botafogo. "Van a venir a una cancha que va a ser difícil porque es un campo sintético, y nosotros ya estamos acostumbrados".
Las semifinales de la Copa Libertadores prometen ser una fiesta de fútbol, con partidos llenos de pasión, adrenalina y sueños. La batalla por la gloria continental está en su recta final, y solo uno de estos cuatro equipos se alzará con el título.