Mourinho: Polémica racial sacude al fútbol turco
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Las acusaciones de racismo, las sanciones y las demandas judiciales se han entretejido en una compleja trama que mantiene a la afición con la respiración contenida.
El epicentro de la controversia: José Mourinho, el carismático y a veces polémico entrenador del Fenerbahce. Su figura, acostumbrada a las luces y sombras de los grandes clubes —Real Madrid, Chelsea, Manchester United e Inter de Milán, entre otros— ahora se encuentra en el centro de una disputa legal que ha trascendido las fronteras del campo de juego.
Todo comenzó tras el derbi de Estambul, un encuentro cargado de tensión donde, según Galatasaray, Mourinho emitió comentarios que califican de "inequívocamente inhumanos". El club acusó al entrenador portugués de utilizar una retórica racista, aludiendo a una frase que, según ellos, implicaba comparaciones despectivas entre el banquillo rival y “monos”.
Sin embargo, Fenerbahce rechaza categóricamente estas acusaciones. En un comunicado oficial, el club asegura que las palabras de Mourinho fueron “tomadas deliberadamente fuera de contexto y distorsionadas de manera engañosa”. No se quedaron en la defensa y contraatacaron con una demanda por daños morales contra Galatasaray, por un monto de 1 millón 907 mil liras turcas (aproximadamente 52.000 dólares).
La cifra, según muchos analistas, no es casual. Parece una referencia al año de fundación del Fenerbahce (1907), un detalle que añade un toque más de dramatismo a la situación. La respuesta de Galatasaray no se hizo esperar; el club afirmó que Mourinho ha realizado "declaraciones despectivas persistentes dirigidas hacia el pueblo turco" y que intentará iniciar procedimientos penales.
La Federación Turca de Fútbol también ha intervenido, imponiendo a Mourinho una suspensión de cuatro partidos y una multa de 1,6 millones de liras turcas (44.000 dólares) por sus críticas a los árbitros locales. Ironías del destino, Mourinho había elogiado la actuación del árbitro esloveno Slavko Vincic en el partido contra Galatasaray, contrastando su desempeño con la que hubiese sido según él, una "catástrofe" si el árbitro hubiera sido turco.
Mourinho, llegado a Turquía procedente de la Roma, ya había sido sancionado anteriormente esta temporada por críticas similares. La situación actual, compleja y llena de matices, refleja la alta tensión que vive el fútbol turco y las consecuencias que pueden tener las declaraciones públicas, incluso las que son percibidas como simples comentarios.