Escándalo en fútbol argentino: Gillett, estafas y millonarias deudas

El centro de la polémica es Foster Gillett, un magnate estadounidense con pasado en el Liverpool, quien se perfilaba como punta de lanza de un ambicioso proyecto para transformar el fútbol argentino con la llegada de sociedades anónimas deportivas, impulsado por el presidente Javier Milei. Sin embargo, las expectativas se han visto truncadas por una serie de incumplimientos que han generado un fuerte revuelo.
River Plate, uno de los clubes más importantes del país, ha presentado una denuncia penal contra Gillett por estafa y defraudación. La causa radica en la fallida compra del mediocampista Rodrigo Villagra por 11 millones de dólares. Según la denuncia, Gillett no cumplió con el pago acordado, causando un daño económico y deportivo considerable a la institución.
"La maniobra tuvo por finalidad dañar al club y a sus intereses económicos y deportivos", señala la demanda de River Plate. Villagra, quien incluso dejó de entrenar a la espera de la transferencia, finalmente recaló en el CSKA de Moscú por una cifra significativamente menor: 5 millones de dólares.
Pero River no es el único afectado. Vélez Sarsfield también sufrió las consecuencias de los incumplimientos de Gillett, quien incumplió con el pago de 10 millones de dólares por la transferencia de su capitán, Valentín Gómez, al Udinese de Italia. El jugador, tras entrenarse solo en Italia, tuvo que retornar a Vélez.
El agente de Gillett en Argentina, Guillermo Toffoni, declaró al diario Olé que la denuncia "no tiene sentido" debido a la falta de firmas en los contratos. Sin embargo, River afirma que existen pruebas suficientes para sustentar la acusación. Mientras tanto, la llegada de sociedades anónimas deportivas al fútbol argentino, respaldada por el gobierno y promocionada con la participación de figuras como el secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli, se ve frenada por estos acontecimientos, generando incertidumbre en un panorama ya complejo.
Estudiantes de La Plata, club con el que Gillett tenía un preacuerdo para una importante inversión, continúa postergando la convocatoria a asamblea para aprobar la sociedad. La situación genera dudas sobre el futuro de este modelo y su viabilidad en el fútbol argentino.