Caída de Lawson en Red Bull: Un error de cálculo?

Detalles menores, aparentemente insignificantes, que se entrelazan para tejer una historia con giros inesperados.
Liam Lawson, el nuevo piloto de Fórmula Uno de Red Bull, protagonizó un comienzo accidentado. Su retraso en un evento de Ford, en enero, se debió a la inesperada compra de una computadora portátil en un Best Buy a una hora de distancia del evento. Un detalle que, en retrospectiva, podría parecer presagio de lo que vendría.
El nombramiento de Lawson, en lugar de pilotos con más experiencia como Yuki Tsunoda, generó controversia desde el principio. “Tenemos que tener un segundo piloto que sume puntos en cada carrera,” declaró Christian Horner, director del equipo Red Bull, a la Associated Press. Una declaración que resonó con la expectativa puesta sobre los hombros del neozelandés de 23 años.
Sin embargo, las dos primeras carreras de la temporada fueron un descalabro. Una clasificación 18ª en Australia seguida de un accidente, y luego una última posición en China tanto en la carrera sprint como en la principal, con un final 14° y 12°. Estos resultados, lejos de las expectativas, desencadenaron una decisión radical.
A poco más de dos meses de su debut, Lawson fue relegado. Tsunoda lo reemplazó para el Gran Premio de Japón. El cambio, según Horner, fue para darle a Lawson una oportunidad en el equipo junior Racing Bulls. Pero Helmut Marko, asesor de Red Bull, fue más directo: “Cometimos un error” al elegirlo, señalando una falta de confianza en sí mismo en el joven piloto.
La situación se complica aún más al considerar el historial de compañeros de Verstappen. Daniel Ricciardo, Pierre Gasly, Alexander Albon y Sergio Pérez precedieron a Lawson, todos descartados por el equipo. La presión era inmensa, especialmente con los rumores de una posible salida de Verstappen al final de la temporada.
El contraste es significativo: 173 horas de Lawson en el auto frente a las 188 carreras de Verstappen. Red Bull ni siquiera le permitió a Lawson ir a Japón, pista donde tenía experiencia, para intentar mejorar su desempeño. La decisión se tomó con una justificación basada en la confianza, o mejor dicho, en su ausencia.
Las declaraciones de Lawson en redes sociales tras su despido reflejan la decepción: “Ser piloto de Red Bull Racing ha sido mi sueño desde que era niño… Estoy agradecido por todo… A cada uno de ustedes que me ha apoyado, gracias.” Una declaración llena de gratitud pero también de la dura realidad de una oportunidad perdida.
El rendimiento del auto de Red Bull, que ha decaído, también juega un rol. Verstappen, cuestiona si un auto más manejable hubiese ayudado a Lawson a adaptarse. La situación es compleja, un rompecabezas de factores que contribuyeron a un final abrupto y prematuro para la breve y accidentada carrera de Lawson en Red Bull.