Violencia en el derbi Roma-Lazio: 24 policías heridos

El epicentro de los disturbios se situó en las inmediaciones del Stadio Olimpico. Allí, más de 2,000 agentes de policía se desplegaron para controlar a los aficionados, una medida preventiva que, desafortunadamente, resultó insuficiente para evitar los enfrentamientos. Los incidentes involucraron a grupos de aficionados "ultra" de Lazio, que, según reportes, intentaron romper el cordón policial.
La respuesta de los aficionados fue agresiva. Se registraron lanzamientos de "fuegos artificiales y otros objetos a los agentes de policía", obligando a las fuerzas del orden a responder con gases lacrimógenos y cañones de agua. El saldo final: 24 agentes de policía heridos, un arresto y daños materiales estimados en al menos 40.000 euros, principalmente en contenedores de basura destrozados.
El alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, expresó su indignación: “Estoy disgustado. Es inaceptable que los hooligans transformen un día de deporte en una escena de guerra urbana”. Sus palabras reflejan la frustración de una ciudad acostumbrada a la pasión de sus equipos, pero no a la violencia desmedida que se desató en este derbi.
La investigación sigue en curso. El juez de la liga de la Serie A, Gerardo Mastrandrea, anunció multas para ambos clubes: 6.000 euros para Roma y 4.000 euros para Lazio, por el lanzamiento de bengalas durante el partido (siete desde el sector de la Roma y cuatro desde el de Lazio). Sin embargo, se espera un informe más exhaustivo para determinar posibles sanciones adicionales.
Este incidente ha reavivado el debate sobre la seguridad en los eventos deportivos. El derbi, que regresó a su horario habitual después de seis años de disputarse por la mañana para evitar conflictos, podría volver a programarse en horarios matutinos el próximo año. Mientras tanto, tanto Lazio como Roma han expresado su solidaridad con los agentes heridos y han condenado la violencia, mientras que el partido finalizó con un empate 1-1, un resultado que pasó a segundo plano frente a la gravedad de los sucesos.
La historia del derbi de Roma, plagada de episodios de violencia a lo largo de los años, incluye antecedentes significativos como la suspensión del partido en 2004 tras un rumor falso sobre la muerte de un niño, o el incendio de un coche en las afueras del estadio en enero pasado. Eventos que dan muestra de un problema arraigado que requiere atención y soluciones a largo plazo.