Mets vs Diamondbacks: Victoria dramática 5-4

La tensión era evidente, incluso antes de que las primeras carreras cruzaran el plato.
Francisco Lindor, el astro boricua de los Mets, fue el primero en encender la chispa. En la séptima entrada, con un "crack" resonante que resonó en todo el estadio, conectó un jonrón de tres carreras ante un slider de Ryan Thompson, despachando la pelota sobre la cerca del jardín derecho-central. Un batazo que, en ese momento, parecía sentenciar el encuentro a favor de los Mets, colocando el marcador 5-1.
Pero los Diamondbacks, conocidos por su garra, no se dieron por vencidos. En la octava entrada, la situación se complicó para los Mets. Dedniel Núñez, en su debut en las Grandes Ligas tras una lesión, caminó a tres bateadores consecutivos, llenando las bases sin outs. La presión era inmensa. Reed Garrett entró al relevo, logrando ponchar a Pavin Smith, pero un sencillo de Josh Naylor y un doblete de dos carreras de Eugenio Suárez acercaron peligrosamente a los Diamondbacks, reduciendo la ventaja a 5-4.
Con corredores en primera y segunda, la amenaza era real. Garrett, sin embargo, demostró nervios de acero. Consiguió ponchar a Gabriel Moreno y retirar a Lourdes Gurriel Jr. con un elevado de foul, sofocando la rebelión de Arizona. El respiro para los Mets fue breve.
En la novena entrada, la tensión volvió a subir. Un error de Pete Alonso en primera base puso en apuros al cerrador Edwin Díaz. Sin embargo, una jugada brillante de Francisco Álvarez, con una asistencia impecable de Lindor, desbarató el intento de robo de base de Alek Thomas. Díaz cerró el juego con dos outs, asegurando el octavo salvamento de la temporada.
La victoria de los Mets 5-4 fue una montaña rusa de emociones, un reflejo de la intensidad del juego. Pete Alonso también contribuyó con un cuadrangular de dos carreras, mientras que Juan Soto y Sterling Marte, entre otros, dejaron su marca en el juego. Para los Diamondbacks, Ketel Marte y Geraldo Perdomo destacaron en la ofensiva, pero no fue suficiente para evitar la derrota.
Un juego que se recordará por las emociones fuertes, jugadas espectaculares y la capacidad de reacción de ambos equipos. Una noche de béisbol llena de adrenalina.