Sabalenka vence sus demonios y conquista el US Open con madurez mental

Este año, la bielorrusa tuvo que tragarse el amargo sabor de la derrota en dos finales de Grand Slam: primero ante Madison Keys en Australia y luego contra Coco Gauff en Roland Garros. Pero algo cambió en Mykonos.
"Estaba leyendo mi libro, mirando el mar, y de repente todo hizo clic", confesó la actual número uno del mundo. Esas vacaciones en Grecia tras Wimbledon marcaron un punto de inflexión. Sabalenka entendió que su error había sido subestimar a sus rivales y esperar que los títulos cayeran por gravedad.
El sábado en el Arthur Ashe Stadium, la tenista de 27 años demostró que la lección quedó grabada a fuego. Ante Amanda Anisimova, rival peligrosa que ya la había eliminado en Wimbledon, Sabalenka mantuvo la calma incluso cuando:
Detrás del éxito hay una historia de crecimiento personal. Durante cinco años, Sabalenka trabajó con una psicóloga, pero llegó un momento crucial: "Me di cuenta que esperaba que ella me arreglara, en lugar de tomar responsabilidad". El cambio de enfoque fue determinante.
Los números de su temporada son abrumadores: 56 victorias en la WTA, liderato del ranking durante todo el año. Pero Sabalenka necesitaba este US Open para redondear una campaña estelar. Ahora mira hacia Melbourne, donde buscará vengar la derrota ante Keys y demostrar que su madurez mental no fue un espejismo neoyorquino.
"Poder controlar mis emociones así en una final significa todo", admitió la campeona mientras celebraba con su equipo. El camino a la grandeza rara vez es lineal, y Sabalenka acaba de dar una masterclass sobre cómo reinventarse ante la adversidad.