Josh Naylor hunde a los Azulejos con jonrón en juego clave

Y en el centro de la tormenta, un nombre resonó con ironía dolorosa para los aficionados: Josh Naylor.
El primera base de los Marineros, nacido a solo 30 kilómetros del estadio donde ahora destrozaba sueños, conectó un jonrón de dos carreras en el séptimo inning del Juego 2. La pelota viajó 359 pies antes de estrellarse contra las gradas del jardín derecho, sellando una victoria de 10-3 para Seattle. "De niño soñaba con jugar aquí, pero nunca imaginé que sería así", confesó Naylor después del partido, con una mezcla de nostalgia y determinación.
Los números no mienten:
Myles Straw, jardinero de Toronto, encapsuló la paradoja: "A Nayls lo voy a querer por siempre... pero ahora duele". La amistad entre ambos quedó evidenciada meses atrás, cuando Naylor corrió a auxiliar a Straw tras una espectacular atrapada que terminó en lesión. Este domingo, sin embargo, no hubo gestos de consuelo.
Mientras los Marineros olfatean su primera Serie Mundial, los Azulejos deben resolver el enigma Naylor. El bateador ha demostrado ser letal con runners en posición: .328 de average con hombres en base durante la postemporada. Sus conexiones no solo han producido carreras, sino que han fracturado la moral de un equipo que luce vulnerable en defensa.
El dato que mantiene despiertos a los strategas de Toronto: Naylor batea .407 contra lanzamientos rápidos de más de 95 mph. Justo el tipo de pitcheo que los Azulejos han intentado—sin éxito—para silenciarlo. Con la serie moviéndose al T-Mobile Park, la presión ahora cambia de bando.