Después de una victoria contundente frente a los Chargers y una derrota inesperada ante los Bills, los Chiefs acumulan un 5‑4 en la última fase de la campaña. Patrick Mahomes, el mariscal de campo que ha sido la columna vertebral del equipo en los últimos años, reconoció públicamente que la consistencia se ha vuelto un reto. “Hemos tenido grandes momentos y hemos tenido malos momentos”, comentó, subrayando la necesidad de que tanto él como el conjunto ganen la pelea en cada jugada.
El entrenador Andy Reid también se mostró realista. “Tenemos que hacer mejor eso, obviamente, cuando estamos jugando contra un buen equipo de fútbol”, dijo, señalando la urgencia de un ajuste táctico que permita capitalizar los puntos fuertes de su ofensiva.
La línea ofensiva ha sido el punto crítico. Con el novato Josh Simmons ausente por motivos familiares y el tackle derecho Jawaan Taylor lesionado en el tobillo, la defensa de Kansas City se vio forzada a improvisar. El guardia izquierdo Kingsley Suamataia también se retiró del partido, dejando al equipo con una formación que rara vez se ve en la temporada regular.
El impacto se sintió en el marcador: los Chiefs anotaron solo 17 puntos, su segundo total más bajo de la temporada, igualado solo con la derrota ante Filadelfia. Este número refleja la fragilidad que se ha acumulado, especialmente cuando la salud de la línea ofensiva se ve comprometida.
En el lado ofensivo, los receptores Rashee Rice, Xavier Worthy y Marquise Brown han sido el motor que ha revitalizado el ataque. Worthy recuperó su ritmo tras una lesión en el hombro, mientras Rice retomó la acción después de una suspensión. Su sinergia ha sido fundamental para convertir jugadas en yardas, aunque la defensa de Kansas City sigue siendo la pieza que falta.
Con la temporada en la recta final y el sistema de playoffs todavía abierto, el equipo debe decidir si se concentra en asegurar un puesto de playoffs o en intentar un ascenso más alto. Mahomes expresó su confianza, pero también la necesidad de que el conjunto aprenda de los errores. “Va a ser una batalla cuesta arriba cuando regresemos”, concluyó, dejando claro que el desafío no termina aquí.
