Muere Kirk Douglas
Kirk Douglas, quien fuera considerado uno de los dos actores vivos de la era del cine dorado hollywoodense, falleció a los 103 años de edad
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El diario de Sonora
el 06/02/2020 12:00 AM, Sección Espectáculos
Última edición 23/04/2024 10:01 AM.
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Kirk Douglas, quien fuera considerado uno de los dos actores vivos de la era del cine dorado hollywoodense, falleció a los 103 años de edad.
Con tremenda tristeza mis hermanos y yo anunciamos que Kirk Douglas nos dejó a los 103 años. Para el mundo él era una leyenda, un actor de la época dorada del cine que vivió muy bien en sus años, un hombre humanitario que se comprometió con las causas justas y que creía que todos podíamos aspirar a eso”, expresó a la revista People Michael Douglas.
Para mis hermanos Joel, para Peter y para mí fue simplemente nuestro papá, para Catherine (Zeta-Jones) fue un maravilloso suegro, para sus nietos y bisnietos su abuelo querido y para su esposa Anne, un esposo maravilloso”, concretó Michael Douglas.
La salud de Kirk Douglas se vio mermada en los últimos años debido a su avanzada edad y muy pocas veces se le veía en eventos públicos. En 1996 sufrió un derrame cerebral que le paralizó parte del cuerpo y con el paso del tiempo fue teniendo mejoría, aunque ya se le veía depender cada vez más de la silla de ruedas.
En su juventud, Douglas, el hombre del hoyuelo en la barbilla, evadió a la muerte en distintas ocasiones. Fue testigo y partícipe, respectivamente hablando, de la Primera y Segunda Guerras Mundiales —en ésta última primero estuvo como guardiamarina para luego asumir el puesto de oficial de artillería, posición que resultó peligrosa, pero de la cual salió con vida. Años más tarde, en 1958, no abordó, por llegar tarde, el vuelo en el que murió Michael Todd, entonces esposo de Elizabeth Taylor, y 33 años después de este incidente, salió con sólo algunas heridas luego de que el helicóptero en el que viajaba chocara con una avioneta.
En cuanto a su carrera, Kirk Douglas, quien vio desfilar por la Casa Blanca a 17 presidentes, tuvo un gusto especial por interpretar papeles de tipo duro.
He hecho una carrera interpretando frente a las cámaras a muchos hijos de puta. Soy ya muy viejo para cambiar y creo que como Popeye, soy quien soy. Ámenme u ódienme, pero no sean indiferentes”, expresó el hombre nacido el 9 de diciembre de 1916 en Ámsterdam, Nueva York.
Kirk Douglas comenzó su carrera sobre los escenarios de Broadway en la década de los años 40 del siglo pasado, sin embargo, interrumpió la actuación cuando decidió alistarse en el Ejército para servir a su país y combatir en la Segunda Guerra Mundial. Con apenas 23 años el joven Douglas, cuyo nombre de pila es Issur Danielovitch Demsky —hijo de inmigrantes bielorrusos— peleaba en los frentes europeos, sin embargo, debido a problemas de salud, regresó a Estados Unidos para tiempo después retomar su carrera como actor.
1946 fue un año clave para Douglas, ya que gracias a su amiga, la finada actriz Lauren Bacall, conoció al productor de Casablanca, Hal B. Wallis, quien le otorgó su primer papel cinematográfico en El extraño amor de Martha Ivers, cinta que fue nominada un año después al Oscar por Mejor Guion.
Poco a poco el nombre de Douglas se hizo un referente en la industria de Hollywood al grado de convertirse en uno de los actores más cotizados, perseguidos y asediados por los directores y los medios de comunicación de la época.
Su esplendor y renombre se dieron de la mano de grandes directores como William Wyler, Howard Hawks, Vincente Minnelli, John Sturges y John Huston, para después ponerse bajo las órdenes de un joven que años más tarde se convirtió en un referente de la cinematografía mundial: Stanley Kubrick.
Con él trabajó en Patrulla infernal (1957) y Espartaco (1960) cinta que, además de hacerse acreedora a cuatro premios Oscar, se atrevió a poner en los créditos finales y por instancias de Douglas el nombre de Dalton Trumbo, escritor estadunidense que fue perseguido y vetado por el macartismo al señalarlo como un creador afín a las ideas comunistas.
Este gesto, atrevido en una industria que seguía al pie de la letra los dictados de los grandes estudios, hizo que poco a poco las listas negras de Hollywood, donde había otros nueve escritores involucrados, dejaran de tener vigencia. Con este hecho Kirk Douglas dejaba en claro la idea de que nadie debía ser juzgado por sus ideologías o por su forma de pensar.
En su libro autobiográfico Yo soy Espartaco, el actor que, con este hecho desafió a Hollywood, comentó: Hombres, mujeres y niños inocentes vieron arruinada su vida debido a esta catástrofe nacional”.
A lo largo de 62 años de carrera —su último proyecto lo realizó en 2008— Kirk Douglas interpretó distintos personajes, sin embargo, los que se quedan en la mente son aquellos en los que dejó ver la fortaleza o rudeza de los mismos, tal como sucedió con Espartaco en la cinta homónima de la cual fue productor; El general Dax de Patrulla infernal, el Van Gogh de El loco del pelo rojo, o Chuck Tatum, aquel periodista sin escrúpulos en El gran carnaval.
Aunque recibió tres nominaciones al Oscar por cintas como El ídolo de barro de 1949, Cautivos del mal de 1952 y El loco del pelo rojo de 1956, fue hasta 1996 cuando un Kirk Douglas de 80 años, recibió de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de Estados Unidos un Oscar honorario.
Kirk Douglas, quien fuera considerado uno de los dos actores vivos de la era del cine dorado hollywoodense, falleció a los 103 años de edad.
Con tremenda tristeza mis hermanos y yo anunciamos que Kirk Douglas nos dejó a los 103 años. Para el mundo él era una leyenda, un actor de la época dorada del cine que vivió muy bien en sus años, un hombre humanitario que se comprometió con las causas justas y que creía que todos podíamos aspirar a eso”, expresó a la revista People Michael Douglas.
Para mis hermanos Joel, para Peter y para mí fue simplemente nuestro papá, para Catherine (Zeta-Jones) fue un maravilloso suegro, para sus nietos y bisnietos su abuelo querido y para su esposa Anne, un esposo maravilloso”, concretó Michael Douglas.
La salud de Kirk Douglas se vio mermada en los últimos años debido a su avanzada edad y muy pocas veces se le veía en eventos públicos. En 1996 sufrió un derrame cerebral que le paralizó parte del cuerpo y con el paso del tiempo fue teniendo mejoría, aunque ya se le veía depender cada vez más de la silla de ruedas.
En su juventud, Douglas, el hombre del hoyuelo en la barbilla, evadió a la muerte en distintas ocasiones. Fue testigo y partícipe, respectivamente hablando, de la Primera y Segunda Guerras Mundiales —en ésta última primero estuvo como guardiamarina para luego asumir el puesto de oficial de artillería, posición que resultó peligrosa, pero de la cual salió con vida. Años más tarde, en 1958, no abordó, por llegar tarde, el vuelo en el que murió Michael Todd, entonces esposo de Elizabeth Taylor, y 33 años después de este incidente, salió con sólo algunas heridas luego de que el helicóptero en el que viajaba chocara con una avioneta.
En cuanto a su carrera, Kirk Douglas, quien vio desfilar por la Casa Blanca a 17 presidentes, tuvo un gusto especial por interpretar papeles de tipo duro.
He hecho una carrera interpretando frente a las cámaras a muchos hijos de puta. Soy ya muy viejo para cambiar y creo que como Popeye, soy quien soy. Ámenme u ódienme, pero no sean indiferentes”, expresó el hombre nacido el 9 de diciembre de 1916 en Ámsterdam, Nueva York.
Kirk Douglas comenzó su carrera sobre los escenarios de Broadway en la década de los años 40 del siglo pasado, sin embargo, interrumpió la actuación cuando decidió alistarse en el Ejército para servir a su país y combatir en la Segunda Guerra Mundial. Con apenas 23 años el joven Douglas, cuyo nombre de pila es Issur Danielovitch Demsky —hijo de inmigrantes bielorrusos— peleaba en los frentes europeos, sin embargo, debido a problemas de salud, regresó a Estados Unidos para tiempo después retomar su carrera como actor.
1946 fue un año clave para Douglas, ya que gracias a su amiga, la finada actriz Lauren Bacall, conoció al productor de Casablanca, Hal B. Wallis, quien le otorgó su primer papel cinematográfico en El extraño amor de Martha Ivers, cinta que fue nominada un año después al Oscar por Mejor Guion.
Poco a poco el nombre de Douglas se hizo un referente en la industria de Hollywood al grado de convertirse en uno de los actores más cotizados, perseguidos y asediados por los directores y los medios de comunicación de la época.
Su esplendor y renombre se dieron de la mano de grandes directores como William Wyler, Howard Hawks, Vincente Minnelli, John Sturges y John Huston, para después ponerse bajo las órdenes de un joven que años más tarde se convirtió en un referente de la cinematografía mundial: Stanley Kubrick.
Con él trabajó en Patrulla infernal (1957) y Espartaco (1960) cinta que, además de hacerse acreedora a cuatro premios Oscar, se atrevió a poner en los créditos finales y por instancias de Douglas el nombre de Dalton Trumbo, escritor estadunidense que fue perseguido y vetado por el macartismo al señalarlo como un creador afín a las ideas comunistas.
Este gesto, atrevido en una industria que seguía al pie de la letra los dictados de los grandes estudios, hizo que poco a poco las listas negras de Hollywood, donde había otros nueve escritores involucrados, dejaran de tener vigencia. Con este hecho Kirk Douglas dejaba en claro la idea de que nadie debía ser juzgado por sus ideologías o por su forma de pensar.
En su libro autobiográfico Yo soy Espartaco, el actor que, con este hecho desafió a Hollywood, comentó: Hombres, mujeres y niños inocentes vieron arruinada su vida debido a esta catástrofe nacional”.
A lo largo de 62 años de carrera —su último proyecto lo realizó en 2008— Kirk Douglas interpretó distintos personajes, sin embargo, los que se quedan en la mente son aquellos en los que dejó ver la fortaleza o rudeza de los mismos, tal como sucedió con Espartaco en la cinta homónima de la cual fue productor; El general Dax de Patrulla infernal, el Van Gogh de El loco del pelo rojo, o Chuck Tatum, aquel periodista sin escrúpulos en El gran carnaval.
Aunque recibió tres nominaciones al Oscar por cintas como El ídolo de barro de 1949, Cautivos del mal de 1952 y El loco del pelo rojo de 1956, fue hasta 1996 cuando un Kirk Douglas de 80 años, recibió de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de Estados Unidos un Oscar honorario.
