Ese mundo es el que los Grateful Dead construyeron a lo largo de seis décadas, un legado que trasciende el escenario y llega a la vida de miles de personas.
Y es precisamente por esa huella imborrable, por la energía contagiosa de su música y por su compromiso con el bienestar de los músicos, que MusiCares, la organización dedicada a apoyar a los profesionales de la música en momentos de necesidad, ha decidido honrar a los Grateful Dead como sus "Personas del Año 2025".
Esta decisión no solo reconoce la trayectoria musical de la banda, sino que también destaca la labor filantrópica de sus miembros fundadores: Mickey Hart, Bill Kreutzmann, Phil Lesh y Bobby Weir. A través de iniciativas como la Unbroken Chain Foundation de Lesh y el apoyo de Jerry Garcia a la Rex Foundation, los Grateful Dead han dejado una marca indeleble en causas como la conservación ambiental, la salud mental, la educación musical, la justicia social y la lucha contra la pobreza.
El próximo 31 de enero, la banda recibirá este prestigioso reconocimiento durante una gala benéfica en el Centro de Convenciones de Los Ángeles, dos noches antes de la entrega de los premios Grammy en el cercano Crypto.com Arena. La ceremonia incluirá homenajes póstumos a Jerry Garcia, miembro fundador y uno de los rostros más emblemáticos de la banda, quien falleció en 1995.
En palabras de Hart, Kreutzmann, Lesh y Weir: "Este honor es un verdadero testimonio del legado de la música, que siempre ha sido más grande que nosotros. Se trata de la conexión entre nosotros, la tripulación y todos aquellos que han estado en este largo viaje extraño". "No se trata solo de lo que creamos, sino de asegurarnos de que las personas que están detrás de nosotros, que están detrás de nosotros cada noche, quienes silenciosamente hacen que todo suceda, reciban el apoyo que necesitan para seguir adelante, sin importar lo que la vida les depare".
La historia de los Grateful Dead se remonta a la década de 1960 en la Bahía de San Francisco, donde la banda se convirtió en pionera de un estilo improvisacional que fusionaba elementos del rock ácido, la psicodelia, el folk, el jazz, la música americana y el country de Bakersfield.
Su estilo único y sus conciertos llenos de energía crearon una comunidad de fans conocida como Dead Heads, convirtiéndolos en uno de los actos en vivo más solicitados. Su influencia ha trascendido las fronteras musicales, dejando una huella imborrable en la cultura y la sociedad.