Y no hablamos de cualquier tipo de pintura. Wood se ha sumergido de lleno en el mundo del arte clásico, con una fascinación particular por el pintor italiano Caravaggio. Su obra actual, que se exhibe en la galería Andrew Martin de Chelsea, Londres, es una colección de 27 piezas, seis de las cuales están directamente inspiradas por el maestro del barroco.
Una de las obras más llamativas es "Undermath", donde Wood reimagina a sus compañeros de banda en una escena inspirada en "La vocación de San Mateo" de Caravaggio. La obra captura la misma intensidad lumínica y las sombras profundas que caracterizan al pintor renacentista, creando una fusión única entre la música y el arte.
Pero el interés de Wood por el arte clásico no se limita a Caravaggio. En "Rough Seas after Delacroix", Wood retoma la famosa escena de Cristo en el mar de Galilea del pintor francés, utilizando los rostros de sus compañeros de banda para reinterpretar la historia.
Mick Jagger aparece como uno de los discípulos, mientras que el baterista Steve Jordan y Keith Richards se sitúan en el mástil del barco. El propio Wood se representa en la proa, completando la escena.
Wood, que trabaja principalmente con óleo y lienzos de gran tamaño, ve la pintura como un escape creativo y terapéutico. Su pasión por el arte es tan profunda que a veces pasa horas inmerso en su estudio, sin siquiera darse cuenta del tiempo que pasa.
El músico ha encontrado un equilibrio en la vida, lejos de sus antiguas adicciones y centrado en hábitos más saludables. La pintura ha sido fundamental en este proceso de recuperación, convirtiéndose en una fuente de bienestar personal y una forma de expresión que lo llena de satisfacción.