La situación se hizo pública durante una entrevista en el programa “De primera mano”, donde Mariana Gutiérrez compartió detalles sobre su relación laboral y personal con Eduardo Yáñez. Comenzó a trabajar con él en 2021, tras una demanda relacionada con un inmueble que el actor adquirió de Ernesto Alonso. Aunque al principio la relación fue cordial, todo cambió en un encuentro en un restaurante de lujo.
“En ese momento, fui objeto de una serie de injurias y maltratos”, relató Gutiérrez, quien decidió dar un paso al frente para abordar lo que considera un problema serio de violencia de género. La abogada explicó que su confrontación con Yáñez surgió cuando le hizo saber que no estaba dispuesta a tolerar su comportamiento, el cual consideró inaceptable.
Gutiérrez no solo describió un episodio de agresión verbal, sino que también mencionó que los testigos del incidente temieron por su seguridad, sugiriendo que la situación podría haber escalado a la violencia física. “Es una persona violenta, no se controla y considero que tiene un problema mental, tipo esquizofrenia”, afirmó, enfatizando la necesidad de que las mujeres hablen y no se queden calladas por miedo al juicio social.
Además, Gutiérrez insinuó que Yáñez podría estar recibiendo apoyo de su asistente, a quien identificó como Margarita, sugiriendo que esta relación podría facilitar un patrón de comportamiento abusivo. “Ella, al estar enamorada de él, le ayuda a conseguir víctimas”, comentó, refiriéndose a lo que ella denomina “El clan Yáñez”.
La abogada concluyó su testimonio describiendo a Yáñez como un “vividor” que evade responsabilidades, lo que añade una capa más a las serias acusaciones que enfrenta. Este caso ha reavivado el debate sobre la violencia de género en la industria del entretenimiento, un tema que sigue siendo de gran relevancia en la sociedad actual.