Su legado, sin embargo, está siendo rescatado gracias a un nuevo documental que explora su vida y su lucha contra el apartheid en Sudáfrica.
Ernest Cole, quien falleció en 1990 a los 49 años, dejó una huella imborrable en la fotografía de su país natal. A pesar de su talento, su vida en el exilio en Estados Unidos se tornó complicada, marcada por la pobreza y el olvido. Su obra más reconocida, “House of Bondage”, fue un grito de denuncia que le costó el exilio, y su historia ha permanecido en la penumbra durante décadas.
El documental titulado “Ernest Cole: Lost and Found”, dirigido por Raoul Peck, revive su memoria a través de una narrativa poderosa que combina sus propias palabras con imágenes impactantes. La voz de LaKeith Stanfield da vida a las reflexiones de Cole, mientras que el filme presenta fotografías que nunca antes habían sido vistas por el público. Este trabajo no solo busca recordar a Cole, sino también cuestionar el tratamiento que recibió como artista en un mundo que aún lidia con las secuelas de la segregación.
Peck, conocido por su enfoque en temas sociales, ha declarado que el cine es una herramienta política. “Mi trabajo es llegar a la mayor audiencia posible y ayudarles a entender su papel en la sociedad”, afirma. Este enfoque se refleja en el documental, que no solo examina la vida de Cole, sino que también establece paralelismos inquietantes entre el apartheid y la realidad contemporánea en Estados Unidos.
Un hallazgo significativo ocurrió en 2017, cuando más de 60,000 negativos de Cole fueron descubiertos en un banco en Estocolmo. Este material, que incluye miles de fotografías tomadas en Estados Unidos, había sido considerado perdido. La lucha por recuperar esta colección se convierte en un hilo conductor del documental, que culmina con la entrega de los materiales justo antes del estreno en el Festival de Cannes.
Las imágenes de Cole no solo documentan la opresión, sino que también capturan la esencia de la vida cotidiana en un contexto de segregación. Su trabajo, que comenzó a publicarse en 1967, ofreció una de las visiones más impactantes del apartheid, destacando la brutalidad de un sistema injusto. “Es una cuestión de supervivencia”, narra Stanfield, encapsulando la urgencia de la obra de Cole.
Raoul Peck, quien ha dedicado su carrera a explorar temas de justicia social, se identifica profundamente con la historia de Cole. “Dedico esta película a aquellos que murieron en el exilio”, menciona, reflejando su propia experiencia como artista fuera de su país natal. Su enfoque en la verdad y la autenticidad lo distingue en un panorama cinematográfico que a menudo prioriza el entretenimiento sobre la profundidad.
En un mundo donde la industria del cine se ha transformado, Peck continúa desafiando las normas, creando obras que invitan a la reflexión. Su próximo proyecto, un documental sobre George Orwell, promete seguir esta línea, utilizando las palabras del autor para abordar temas contemporáneos que resuenan con la realidad actual.