Por primera vez, Soto confirmó que efectivamente hubo una boda entre ellos, lo que contradice sus declaraciones anteriores en las que había negado cualquier unión formal. “Sí hubo una ceremonia y, obviamente, después de la ceremonia hicimos unas fotos, pero sí hubo una ceremonia”, expresó el actor, dejando claro que su relación con Bavea fue más que un simple rumor.
En este contexto, Gabriel Soto se refirió a Irina como su exesposa, lo que subraya la seriedad de su compromiso. Aunque no especificó el tipo de ceremonia que celebraron, destacó que fue un evento de carácter simbólico, lo que le otorgó un significado especial. “Evidentemente fue algo importante”, añadió, enfatizando la relevancia de este momento en su vida.
Además, el actor describió la ceremonia como un evento familiar e íntimo, lo que se refleja en las imágenes que se filtraron anteriormente. Estas fotos, que en su momento fueron minimizadas como parte de una sesión fotográfica, ahora adquieren un nuevo contexto tras sus declaraciones.
La revelación de Gabriel Soto no solo marca un cambio en su narrativa personal, sino que también invita a la reflexión sobre la naturaleza de las relaciones en el mundo del espectáculo, donde la privacidad a menudo se ve comprometida. Con este nuevo capítulo en su vida, el actor continúa siendo un tema de interés en los medios y entre sus seguidores.