En el corazón de este encuentro se encontraba Verónica Castro, quien irradiaba felicidad. Pero la verdadera razón de tanta alegría no era un evento público, sino un reencuentro íntimo y muy especial. Su nieta, Rafaela Castro, de 10 años, viajó desde Colombia para pasar las vacaciones de invierno con su abuela.
La pequeña Rafaela, que reside en Colombia con su madre, Paola Eraso, aprovechó las vacaciones escolares para disfrutar de la compañía de su abuela. En un video publicado en redes sociales, se ve a la niña junto a Verónica, su tío Michelle Castro y su esposa, así como otros familiares. “Lindo momento gracias abuelita @vrocastroficial I love Acapulco ????”, escribió Rafaela, revelando su talento innato para la música y su amor por el puerto.
La imagen de familia, capturada en un restaurante de Acapulco, es un reflejo de la calidez y unidad familiar. Sin embargo, llama la atención la ausencia de Cristian Castro, padre de Rafaela y quien reside actualmente en Argentina. A pesar de la distancia, la relación entre Cristian y su madre, Verónica, se mantiene estrecha. De hecho, se sabe que Verónica ya conoce a la novia argentina de Cristian, Mariela Sánchez, y que mantienen una relación cordial.
La pasión por la música parece correr por las venas de la familia. Rafaela, además de su talento para el canto, toca el piano y ha compuesto seis canciones a su corta edad. Su abuelo, Cristian Castro, ya ha prometido impulsar su carrera musical: “De verdad, admirándola mucho, ya le dije que en cuanto se gradúe de su universidad, que yo le voy a hacer un discazo y la vamos a lanzar, acá en Televisa”, declaró en una entrevista.
Más allá de las luces del espectáculo y la distancia geográfica, la historia de este encuentro familiar en Acapulco nos recuerda la importancia de los vínculos afectivos y la fuerza de los lazos familiares, un detalle que trasciende cualquier escenario público.