Ashton Kutcher y Sean "Diddy" Combs, dos nombres que resuenan en la industria del entretenimiento, forjaron una amistad a principios de la década del 2000, en los pasillos de MTV. Su vínculo, forjado en medio de las grabaciones y las carreras maratónicas, ahora se ve envuelto en una polémica que sacude los cimientos de su pasado compartido.
En 2019, durante una entrevista en el programa Hot Ones, Kutcher respondió de manera evasiva a preguntas sobre las fiestas de Combs, declarando: “Hay muchas cosas que no puedo contar”. Esta frase, aparentemente intrascendente en su momento, ahora cobra una nueva dimensión a la luz de los recientes acontecimientos.
Las residencias de Diddy en Los Ángeles y Miami fueron allanadas por el FBI el pasado mes de marzo como parte de una investigación por tráfico sexual. Si bien el rapero niega las acusaciones y las califica de "uso excesivo de la fuerza militar", la situación ha avivado el interés en su pasado, y en las conexiones que lo unen a figuras como Kutcher.
La peculiar historia de su amistad, que incluyó desde correr maratones juntos – "Una vez, Diddy me dijo: ‘Tienes que ir más despacio, pero haz que parezca que no vas tan lento…’" recordaba Kutcher – hasta bromas en Punk'd, ahora se revisita con una mirada crítica. Esta nueva perspectiva, alimentada por las múltiples denuncias de abuso contra Diddy, incluyendo acusaciones de violación y tráfico sexual presentadas por diferentes mujeres, coloca la declaración de Kutcher en un contexto mucho más complejo.
La situación se complica aún más si consideramos las recientes controversias que involucran a Kutcher y su esposa, Mila Kunis, por su apoyo a Danny Masterson, condenado por violación. Su posterior disculpa pública, recibida con escepticismo generalizado, añade otra capa de complejidad a la imagen pública de ambos.
La renuncia de Kutcher y Kunis a sus cargos en Thorn, una organización sin fines de lucro contra el abuso sexual infantil, resalta la ironía de la situación, dejando una serie de interrogantes en el aire sobre las amistades en el mundo del espectáculo y la responsabilidad pública de las figuras influyentes.
El silencio actual de Ashton Kutcher ante la situación, a pesar de los intentos de The Independent por obtener declaraciones, solo intensifica el misterio.