Tras el anuncio oficial de Mark Zuckerberg de cerrar el sistema de verificación de datos de Meta a favor de un modelo más libre como el de Community Notes de X, permitiendo añadir notas a las publicaciones originales, desatando una afable variedad de perspectivas. Esta controversial decisión no la tomado nada bien algunos miembros de la realeza británica.
El príncipe Harry y Meghan Markle, duques de Sussex, publicaron una extensiva queja enfrentando esta libertina y audaz normativa de Silicon Valley. "No importa si sus opiniones son de izquierda, derecha o algo intermedio: las últimas noticias de Meta sobre los cambios en sus políticas socavan directamente la libertad de expresión", se lee en su declaración. "Contrariamente a los puntos de discusión de la empresa, permitir más abusos y normalizar el discurso de odio sirve para silenciar el discurso y la expresión, no para fomentarlos".
La pareja, quién ha luchado de manera legal en proteger firmemente su privacidad en contra los tabloides británicos e incluso ganar varias batallas legales a su favor, insiste en "reconsiderar y restablecer políticas para proteger a todos los usuarios".
"También hacemos un llamamiento a los líderes de todas las industrias para que cumplan con sus compromisos con la integridad y la seguridad pública en los espacios en línea, y aplaudimos a los líderes que se niegan a doblegarse ante el acoso", prosiguieron en el comunicado.
Este llamado a moderar estrictamente la información, es una batalla que promueven desde hace tiempo. “Tras haber trabajado en este ámbito durante los últimos cinco años y haber sido testigos de la devastación que estas decisiones tienen en el mundo real, creemos que no hay justificación para que esta industria se comporte como si estuviera exenta de los estándares éticos y morales que todos los demás respetan”, escribieron Harry y Meghan.
"Esperamos y confiamos en que quienes permiten las ganancias de Meta, como los anunciantes y los accionistas, hagan lo mismo”. No sabemos si la oligarquía de Facebook haga caso omiso a su llamado o realmente siga en una vereda incendiaria.