Su partida, aunque inesperada para algunos, no sorprende a quienes conocieron la lucha que libró a lo largo de su vida.
El reconocido comediante y actor Tony Slattery, famoso por su participación en el programa Whose Line Is It Anyway?, falleció a los 65 años tras sufrir un ataque al corazón el domingo por la noche. La noticia fue confirmada por su pareja de tres décadas, Mark Michael Hutchinson, quien expresó su profundo dolor en un comunicado.
Slattery, un hombre que supo brillar en el escenario, no solo era reconocido por su ingenio en programas como Have I Got News For You y Just a Minute de Radio 4. Su talento actoral también lo llevó a participar en películas como The Crying Game, Peter's Friends y How to Get Ahead in Advertising, donde compartió créditos con grandes nombres como Richard E. Grant. Su trayectoria, sin embargo, estuvo marcada por momentos de intensa lucha personal.
Su ascenso a la fama comenzó en Cambridge, donde se convirtió en presidente de la prestigiosa sociedad de comedia Footlights en 1982. Este grupo, una verdadera incubadora de talentos, contó entre sus miembros a figuras como Stephen Fry, John Cleese, Miriam Margolyes y Richard Ayoade. Compartir ese espacio con personalidades como Emma Thompson, Jan Ravens, Richard Vranch y su futura compañera de Whose Line Is It Anyway?, Sandi Toksvig, marcó un hito en su carrera.
Su debut en televisión llegó en 1983 con Saturday Stayback, conducido por Chris Tarrant. Cinco años más tarde, se convirtió en un rostro familiar en Whose Line Is It Anyway?, un programa que puso a prueba su destreza improvisacional junto a Clive Anderson. Sin embargo, en 1995 se alejó de la pantalla debido a problemas de salud, retornando solo para un especial de Comic Relief en 2011.
En 2020, Slattery, quien siempre habló abiertamente sobre su trastorno bipolar, reveló haber enfrentado la bancarrota tras una batalla contra el abuso de sustancias y problemas de salud mental. En el documental de la BBC Two Horizon, What’s The Matter With Tony Slattery?, exploró su enfermedad y su proceso de recuperación junto a Hutchinson, buscando entender y superar sus demonios internos. Su lucha, a pesar de las dificultades, dejó un legado de valentía y transparencia que inspiró a muchos.
La actriz y comediante Helen Lederer lo despidió con sentidas palabras: “Mi mejor amigo en la risa, el ingenio, el amor, el absurdo, mi padrino (dos veces), te adoramos, ¿qué haremos ahora?”. Su legado de humor y honestidad perdurará.