Se trata de figuras que, más allá de la belleza, construyen un legado.
Hablamos de Adriana Lima, una mujer que a sus 43 años continúa desafiando las expectativas. Su historia, sin embargo, no comienza en las brillantes pasarelas internacionales, sino en un concurso en su natal Brasil.
A los 15 años, Lima ganó el concurso “Supermodelo de Brasil” organizado por Ford Models. Un año después, consiguió el segundo lugar en la competencia mundial, un trampolín que la catapultó a la agencia Elite Model Management en Nueva York. Este rápido ascenso marcó el inicio de una trayectoria excepcional.
Su papel como ángel de Victoria's Secret, desde 1999 hasta 2018, la convirtió en un ícono global. No solo fue un rostro emblemático de la marca, sino que en 2017 fue nombrada “el ángel de Victoria's Secret más valioso”, un título que refleja su impacto en la industria.
Pero la influencia de Lima va más allá de la lencería. Su presencia ha iluminado campañas publicitarias para marcas tan reconocidas como Maybelline, Kia Motors y IWC, demostrando una versatilidad que la mantiene en la cima. Aparece regularmente en las listas de las modelos mejor pagadas del mundo, consolidando su posición en el ranking de Forbes año tras año.
Desde Desigual hasta Chopard, pasando por Calzedonia y Puma, la lista de prestigiosas casas que han contado con su imagen es extensa. Cada colaboración refuerza su imagen como embajadora de un estilo sofisticado y contemporáneo, capaz de conectar con diferentes generaciones.
Más que una modelo, Adriana Lima representa un fenómeno: una mujer que ha redefinido la imagen de la mujer brasileña en el mundo de la moda, manteniendo su vigencia y relevancia a lo largo de más de dos décadas. Su perseverancia y capacidad de adaptación la convierten en un referente para quienes buscan un camino de éxito sostenido en un medio tan competitivo.