Brad Pitt y el proyecto fallido sobre Jeff Buckley

En el año 2000, Brad Pitt, en la cúspide de su carrera, se acercó a Mary Guibert, la madre de Jeff Buckley, con una propuesta audaz: una película biográfica sobre la vida del inolvidable músico. La invitación a la boda de Pitt con Jennifer Aniston sirvió como pretexto para una charla que, inicialmente, parecía encaminada al éxito. Como recuerda Guibert en una entrevista con Variety: “Si te llaman 20 personas, y Brad Pitt es una de ellas, ¿a quién vas a elegir para verte?”
Sin embargo, la idea, tan atractiva en un principio, empezó a desvanecerse. La propia Mary Guibert comenzó a cuestionarse la viabilidad del proyecto. La duda, expresada en una pregunta directa a Pitt, resume el dilema: “¿Vamos a teñirte el pelo, a ponerte lentes de contacto marrones sobre esos ojos azules, y vas a abrir la boca y de ella saldrá la voz de Jeff?” La imagen, la esencia misma de Jeff, era simplemente irremplazable.
A pesar de la cancelación del proyecto cinematográfico, la relación entre Pitt y Guibert se mantuvo. De hecho, el actor de Fight Club llegó a ser productor ejecutivo del documental It’s Never Over, Jeff Buckley, dirigido por Amy Berg, que tuvo su estreno en el Festival de Sundance. Berg, al respecto, comentó: “Una vez que comencé a escuchar sus mensajes de voz, su reproductor DAP, sus demos y a leer sus diarios, simplemente no podía imaginar que fuera algo más que un documental. No sabía cómo replicar a Jeff en un sentido guionado.”
La decisión de optar por un documental, en lugar de una película de ficción, parece haber sido la más acertada. En los últimos años, Jeff Buckley ha experimentado un renacimiento gracias a plataformas como TikTok, donde canciones como “Lover, You Should’ve Come Over” se han vuelto virales. Como señala Berg, “Una de las grandes cosas de Jeff Buckley es que lo descubres cuando debes descubrirlo. Definitivamente está teniendo otro momento en la historia de la cultura pop.”
Incluso, en 2016, Mary Guibert especuló sobre el potencial de su hijo, afirmando al The Independent: “Si Jeff hubiera vivido, ahora estaría al nivel de Bono. Habría recorrido el mundo y tenido una carrera de por vida, y al final, habría sido ese tipo sentado en una silla de ruedas con el micrófono especialmente bajado seis pulgadas, para que todos pudiéramos escucharlo cantar “Hallelujah” una vez más.”
La historia nos deja con un enigma: ¿Qué hubiera sido de una película de Brad Pitt interpretando a Jeff Buckley? Independientemente de la respuesta, la memoria musical de Buckley y su legado perduran, trascendiendo incluso las ambiciones cinematográficas más audaces.