En esta ocasión, la atención se centra en un vínculo familiar que, aunque lejos de los reflectores, tiene una fuerza impactante.
Hablamos de Majo Aguilar y su reciente comunicado sobre su distanciamiento con otros miembros de su familia, lo cual ha generado una ola de especulaciones. Sin embargo, hay un personaje clave en medio de todo esto: Susana Aguilar, la gemela de Majo.
Aunque no se codea con las estrellas en las alfombras rojas, Susana tiene una vida plena y fascinante. Nacida el 7 de junio en la Ciudad de México, es hija de Antonio Aguilar Jr. y Susana Carrillo, y a sus 30 años ha construido una trayectoria profesional alejada de las cámaras, pero no menos importante.
Lejos del brillo escénico, Susana ha forjado una sólida carrera en Comunicación. Su proyecto más visible es el podcast "Pieza tras pieza", donde explora temas relevantes para las mujeres mexicanas. En este espacio, ella misma presenta y aborda con sensibilidad intereses y problemáticas femeninas.
Su formación no se limita a la comunicación. Susana también ha cultivado su interés por las artes: fotografía, cine y escritura son algunas de sus pasiones. Este gusto por la creatividad se ve complementado por su activismo social, particularmente en el movimiento feminista. Participa activamente en marchas y concentraciones en la Ciudad de México, mostrando un compromiso con las causas que defiende.
Mientras que Majo brilla en los escenarios, Susana construye su propio universo, un universo marcado por la discreción, pero también por una gran fuerza interior. La relación entre ambas hermanas es un ejemplo de apoyo incondicional; la admiración de Majo hacia Susana es evidente en las conmovedoras publicaciones que le dedica en redes sociales. Esta complicidad va más allá del vínculo de sangre, reflejando un cariño profundo y un soporte mutuo invaluable.
Su historia nos recuerda que el éxito se manifiesta de diferentes formas, y que la fuerza de los lazos familiares puede trascender las diferencias en el camino de cada miembro.