Farsa en Acércate a Rocío: Influencer revela engaño televisivo

En el programa Acércate a Rocío, conducido por Rocío Sánchez Azuara, un episodio reciente ha desatado una ola de críticas en redes sociales. El programa, conocido por abordar conflictos personales, presentó un caso que, según muchos internautas, resulta ser una farsa.
El centro de la polémica gira en torno a un invitado identificado en el programa como "Adam", quien narró un problema sentimental. "Lamento haberme propasado, nunca fue mi intención que se separaran", dijo en pantalla, confesando su participación en una ruptura amorosa. La emisión culminó sin mayores sobresaltos; sin embargo, la calma duró poco.
Días después, usuarios de redes sociales desenterraron información que, según ellos, revela la verdadera identidad del invitado y la naturaleza del caso. Se trataría de Adrián "Venenito" Suzuki, un reconocido influencer con más de 30 mil seguidores en redes sociales, caracterizado por su baja estatura y su activa participación en la comunidad drag queen mexicana. Incluso, fue parte del equipo de edecanes de La Más Draga.
El dato más impactante es que Adrián, a diferencia de la imagen proyectada en el programa, es abiertamente homosexual y lleva seis años en una relación con Víctor Olmos, como él mismo lo ha compartido públicamente: "Gracias por darme la mano y caminar conmigo, por apoyarme en todos mis proyectos. Por muchos años más".
Esta revelación ha generado una lluvia de comentarios cuestionando la veracidad de los casos presentados en Acércate a Rocío. Muchos acusan al programa de manipulación y de presentar una narrativa falsa para aumentar el rating. Incluso, se menciona la participación de Adrián en la obra de teatro Crudas Anomalías como prueba de su trayectoria en el mundo del espectáculo, alejada de la imagen presentada en el programa.
La controversia plantea interrogantes sobre la ética en la producción de programas de televisión que se basan en las vivencias personales de los invitados. La línea entre la realidad y la ficción se ha difuminado, dejando a la audiencia con la duda de qué es real y qué no.