El veloz ascenso y caída de Noah Centineo: de ídolo adolescente a la búsqueda de la reinvención

¿Recuerda a ese chico, el que protagonizó A todos los chicos de los que me enamoré? Noah Centineo, el nombre que en 2018 resonaba en cada conversación adolescente, se convirtió en un fenómeno de la noche a la mañana gracias a Netflix. Su papel como Peter Kavinsky, el "novio perfecto", lo catapultó al estrellato. Redes sociales enloquecidas, campañas publicitarias, entrevistas interminables... parecía el nuevo rey del rom-com juvenil.
Su éxito continuó con Sierra Burgess Is a Loser y The Perfect Date, consolidando su imagen como el "novio de internet". Pero el brillo intenso suele ser fugaz. Después de ese auge meteórico, Centineo enfrentó el desafío de trascender la etiqueta de "chico Netflix". A pesar de incursiones en películas como Charlie's Angels y Black Adam, donde compartió créditos con Dwayne "The Rock" Johnson, no logró consolidar una carrera en roles más complejos.
El encasillamiento, ese enemigo silencioso de muchos actores, empezó a hacerse presente. Los papeles que le llegaban seguían girando alrededor de la misma fórmula: el chico encantador, el galán irresistible. Intentó un cambio de rumbo con The Recruit, una serie de espionaje para Netflix, pero la recepción fue mixta, lejos del impacto deseado.
La disminución de su presencia mediática generó especulaciones. Rumores sobre problemas personales circularon, aunque sin confirmación oficial. De ser una figura omnipresente, pasó a un discreto segundo plano, alimentando aún más la curiosidad del público.
Ahora, Centineo enfoca sus energías en proyectos detrás de cámaras, buscando un mayor control creativo sobre su carrera. Su objetivo parece ser un cambio de rumbo, una transición de la imagen juvenil que lo consagró a una carrera más madura y artísticamente sólida. El tiempo dirá si esta reinvención es exitosa, pero su historia nos recuerda la efímera naturaleza del estrellato y los desafíos de la constante reinvención en la industria del entretenimiento.