Escándalo Popeye: Drogas en el rodaje de la película de 1980

Pero la imagen de un set de filmación divertido y familiar, se desvanece al descubrir detalles ocultos tras la magia del cine.
Recientemente, Barry Diller, ex director ejecutivo de Paramount Pictures, ha roto el silencio en una entrevista con Anderson Cooper, revelando aspectos impactantes sobre la producción de esta clásica cinta de 1980. No se trata de una simple anécdota, sino de una revelación que pone en perspectiva la atmósfera que rodeó la película protagonizada por biendo un ambiente impregnado por el consumo desenfrenado de cocaína. La isla, lejos del escrutinio de Hollywood, se transformó en un epicentro de este descontrol. Un detalle escalofriante: las latas de película, enviadas diariamente a Los Ángeles para su revelado, servían también como ingeniosos contenedores para el contrabando de la droga. Un sistema de tráfico a plena vista, en el corazón mismo del rodaje.
Este consumo excesivo tuvo un impacto directo en la película. Diller describe la frenética energía del filme como “un disco de vinilo a 78 rpm, en lugar de los 33 rpm estándar.” Una metáfora que refleja la atmósfera caótica y acelerada del set.
La lucha contra la adicción a la cocaína de Robin Williams durante el rodaje ya era conocida. Pero ahora, las declaraciones de Diller arrojan luz sobre el contexto de este problema. La situación de Shelley Duvall, aunque no confirmada explícitamente en estas recientes declaraciones, parece haber estado marcada por la tensión y el estrés imperantes. El peso de este ambiente tóxico no solo recayó en los actores principales.
Van Dyke Parks, el compositor de la banda sonora, corrobora esta versión con una experiencia personal: “Fui el héroe del regimiento por abrir un walkie-talkie para cambiar la batería y encontrar una bolsa de cocaína… me sentí incómodo, porque sabía que influiría en el comportamiento de la gente y en las dificultades de la producción.”
La figura de Robert Evans, productor legendario de Hollywood con su propio historial con las drogas, se presenta como un elemento clave en este panorama de excesos. Su cercanía a un arresto por tráfico de drogas durante el rodaje, según Parks, confirma la magnitud del problema.
Estas revelaciones, parte de la promoción de la biografía de Barry Diller, Who Knew, ofrecen una visión inédita de la producción de Popeye, mostrando una realidad oscura tras la fachada de una película infantil clásica.