La protagonista de Legalmente rubia reveló que creció admirando a íconos como Dolly Parton, Loretta Lynn y Shania Twain. Sin embargo, su experiencia en el campamento fue un balde de agua fría: no solo le pidieron que dejara de cantar, sino que la relegaron sistemáticamente al fondo en las coreografías. "Me ponían atrás en cada presentación de baile", recordó con una mezcla de nostalgia y humor.
- El giro inesperado: aunque la música country no fue su camino, el cine le dio una revancha al interpretar a June Carter Cash en Walk the Line (2005).
- El papel le valió el Óscar a Mejor Actriz, pero no un Grammy, algo que hasta Kelly Clarkson dio por hecho.
Con un Emmy por Big Little Lies y el Óscar en su vitrina, a Witherspoon solo le faltan el Grammy y el Tony para unirse al exclusivo club de los 21 artistas que lo han logrado. Mientras tanto, sigue expandiendo su imperio: desde su productora Hello Sunshine (que vendió por $900 millones) hasta su línea de ropa Draper James. Eso sí, su historia sirve de recordatorio: a veces, los "no" más dolorosos terminan redirigiendo hacia destinos inesperados.
