El pasado 31 de octubre, mientras los espectadores se deleitaban con catrinas y catrines adornados con flores de papel y maquillaje de calaveras, una de las figuras más reconocidas de la pantalla, Ana María Alvarado, se destacó por no seguir la pauta. La presentadora, quien siempre ha sido un referente en el ámbito de los programas matutinos, tomó una decisión inesperada que generó ruido en redes sociales.
En un video publicado en su canal de YouTube, Ana María explicó que esta elección no fue una simple preferencia estética, sino una medida preventiva basada en una experiencia previa. Según la conductora, el maquillaje que la aplicaron el año anterior provocó una reacción alérgica que le “quemó la piel”. La inflamación fue tan intensa que tardó casi un mes en cicatrizar, dejándole con cicatrices visibles y un recuerdo que todavía le hace sentir incomodidad.
“Cuando se me aplicó el maquillaje de la última edición, la reacción fue tan fuerte que me quemó la piel y tardé un mes en sanar”, confesó de forma sincera. “Por eso esta vez decidí que no me maquillarían. No es cuestión de ser descortés, es cuestión de cuidar mi cuerpo”.
El relato de Ana María también reveló que, durante la transmisión, la producción se apresuró a incluirla en la dinámica sin considerar su petición. La conductora, que suele compartir su vida personal con su audiencia, aprovechó la ocasión para aclarar que su decisión no afectó su participación en el programa y que continuó con su rutina habitual.
Además de la polémica del maquillaje, la periodista anunció que se jubilaría temporalmente para embarcarse en un viaje por Corea del Sur. En sus redes sociales, compartió fotos de Busan y otras ciudades asiáticas, mostrando su lado aventurero y su deseo de desconectar por un tiempo.
Mientras la audiencia se pregunta cómo será la próxima emisión de “Sale el sol” sin la presencia habitual de Ana María, la conductora promete que volverá cuando complete su descanso, con renovada energía y quizá, con nuevos relatos de su travesía internacional.
