Se trata de la última parada de una gira que, desde su inicio, había marcado un antes y un después en la carrera de la artista barranquillera. La presentación culminó en el recién inaugurado recinto Vive Claro, donde, según la prensa local, más de cuarenta mil fanáticos llenaron cada asiento, turnándose en una ola de aplausos que resonó hasta el amanecer.
Durante la velada, Shakira abrió con la icónica “La Fuerte”, seguida de “Girl Like Me” y “Estoy Aquí”, desplegando una puesta en escena que combinó proyecciones a gran escala con coreografías sincronizadas. El público, en un estado de entusiasmo palpable, acompañó cada número con una energía arrolladora que hizo que la canción “Te Felicito” se convirtiera en un himno improvisado de la noche.
Uno de los momentos más conmovedores llegó cuando la cantante presentó “Acróstico”, una pieza dedicada a sus hijos, Sasha y Milan. En la pantalla, las imágenes de los pequeños cantando junto a su madre provocaron una ovación general, un recordatorio de la conexión íntima que mantiene con su familia.
El artista también aprovechó la plataforma para transmitir un mensaje sobre el amor propio, antes de subir “Soltera” al escenario, la cual fue coreada con fervor por la audiencia femenina. Además, compartió anécdotas de su reciente celebración de Halloween con sus hijos en la ciudad, revelando el cariño que siente por Bogotá.
La noche culminó con la interpretación de “La Pared”, en compañía de la Orquesta Filarmónica de Mujeres de Bogotá. Este número, que celebra el vigésimo aniversario del álbum “Fijación Oral Vol. 1”, se convirtió en un homenaje a las raíces de la artista y al talento femenino del país.
Al finalizar, la multitud se lanzó a la pista con “Suerte”, “Waka Waka”, “Loba” y la colaboración con BZRP, antes de que Shakira se despidiera entre aplausos y gritos de admiración. La artista, emocionada, agradeció al público con la mano en el corazón, dejando en el aire la promesa de seguir entregando su mejor arte.
