Robots limpian y hasta cuentan cuentos

Cd. de México.
El quehacer es una de las tareas obligadas en el hogar. Barrer, trapear, quitar el polvo del librero o la alacena, es un ritual que se realiza por lo menos una vez a la semana y, a la mayoría, no le gusta hacerlo.
Tal y como en la caricatura Los Supersónicos, las personas pueden tener a alguien como Robotina que les ayude a hacer el aseo de la casa realizando poco o nulo esfuerzo. Basta con presionar un botón o cargar con energía eléctrica el aparato para que realice su trabajo.
A este tipo de tecnología se le conoce como robots de servicio y, según la Federación Internacional de Robótica, “es aquél que trabaja de manera parcial o totalmente autónoma, desarrollando servicios útiles para el bienestar de los humanos y equipos. Pueden ser móviles y con capacidad de manipulación”.
Se utilizan para tareas no industriales y pueden realizar tareas desde limpiar hasta ayudar a personas con alguna discapacidad.
Aunque se ha planteado su uso desde inicios del siglo XX, su mayor auge de producción y comercialización se dio en Japón en 1990. Los primeros cortaban el pasto y barrían cualquier tipo de superficie. Actualmente hay más de 3.4 millones alrededor del mundo.
La mayor parte de los robots de servicio son aspiradoras y artefactos que limpian el piso. Entre los más populares en el mercado está Scooba, que fue creada en 2002 por la empresa iRobot. Éste es capaz de detectar obstáculos, recoger el polvo y basura y girar 360 grados.
Además de eso, Scooba puede tallar, mojar y secar los pisos, de modo que no quede ninguna mancha en la superficie.
Pero si en tu casa tienes una alberca, entonces Verro te servirá. Esta “aspiradora” puede limpiar el fondo de la alberca y las paredes en menos de tres horas, sin necesidad de mangueras o cables.
En la Feria Computex de Taiwán de este año, la empresa Asus dio a conocer a Zenbo, un robot similar a Eva de la película “Wall-E”; no sólo limpia, ordena y mueve objetos, también regula el volumen de la música, cierra cortinas, baja persianas y, para los más pequeños, tiene la función de contar cuentos y cantar.