España
Un estudio desarrollado por investigadores de las universidades de Huelva (España) y Chipre ha concluido que jugar a videojuegos narrativos y de fantasía puede ser una forma efectiva de aprender vocabulario en inglés y que los términos aprendidos se pueden recordar a largo plazo.
Para el desarrollo del estudio, publicado recientemente en la revista Linguo Didáctica, los investigadores partieron de hechos como la cantidad de tiempo que pasan los jóvenes jugando a los videojuegos o que, la mayoría de los juegos se producen en inglés, dado que es un idioma internacional.
Hacen constar también que los usuarios, en el caso del estudio los hablantes no nativos, tienen que inferir significados por sí mismos al interactuar con los controles, acciones, imágenes, textos y otros elementos paralingüísticos.
Los videojuegos narrativos y de fantasía pueden contener un corpus lingüístico de más de 20 mil palabras para comprender y progresar en el juego, un proceso en el que puede ocurrir un aprendizaje no intencional.
El objetivo de la investigación fue determinar si los jugadores son conscientes del aprendizaje de idiomas y si jugar a videojuegos narrativos y de fantasía conduce al éxito lingüístico a largo plazo.
Para ello 458 sujetos completaron un cuestionario ad hoc en línea que abordaba varios aspectos del aprendizaje de idiomas.
Los resultados indicaron que jugar a videojuegos narrativos y de fantasía puede ser una forma efectiva de aprender vocabulario y que los términos aprendidos se pueden recordar a largo plazo, y demostraron "claramente" que los jugadores de videojuegos perciben sus experiencias como educativas.
Por lo tanto, apuntan los investigadores, el lenguaje en los videojuegos se vuelve operativo y los jugadores pueden considerar las implicaciones en la vida real de jugar a videojuegos.
Precisan que este estudio ha demostrado que los videojuegos narrativos y de fantasía son utilizados principalmente por adolescentes y surge una estrecha relación entre los videojuegos y el aprendizaje de idiomas.
Sin embargo, apuntan, que los resultados deben tomarse con precaución, pues este estudio debe considerarse un intento preliminar que necesita mayor exploración, incluida la selección de más datos cuantitativos para generar una imagen integral del impacto real de los videojuegos en el aprendizaje de vocabulario.