España.
La prensa española volvió a solicitarle que renuncie a la nobleza.
El anuncio de que la infanta Cristina irá a juicio por un presunto delito de fraude fiscal en el marco del Caso Nóos, reactivó la demanda para que renuncie a su título nobiliario y no afecte la imagen del rey de España, Felipe VI.
Desde hace tres años, concretamente desde las Navidades de 2011, a la infanta Cristina, de 49 años, se le viene instando a que realice un gesto que libere a su familia”, dijo al diario español La Vanguardia, Mariángel Alcázar, especialista de la Casa Real.
El escándalo, que estalló en 2011 con la imputación de Urdangarin, contribuyó a degradar la imagen del rey Juan Carlos, de 76 años. En junio abdicó a favor de su hijo Felipe.
En el auto judicial, el magistrado de Palma de Mallorca, José Castro, considera a Cristina como “cooperadora necesaria en la malversación de 330 mil euros cometida por su esposo, Inaki Urdangarin, en las declaraciones de renta de 2007 y 2008. Y por ello le impuso una fianza de 2.6 millones de euros por responsabilidad civil.
La infanta Cristina prestaría un gran servicio a la Corona y al país si renunciara a sus derechos dinásticos” sostiene un editorial del diario El Correo.
El rotativo El País no sólo pide la renuncia sino que además exige que hable el rey. “Felipe VI tiene que enviar un mensaje a los ciudadanos como hizo su padre hace tres años. Y el mensaje tiene que ser éste: que los principios que proclama deben aplicarse también a su hermana, aunque ya no pertenezca a la familia real”.
El periódico El Mundo ya da por descontado con la decisión del juez Castro de sentar a la infanta en el banquillo que “la ley en España rige para todos” y que “nuestra democracia, con sus defectos, como todas, está asentada en buenos cimientos”.
Los españoles escucharán hoy con mucha atención el mensaje de Nochebuena de Felipe VI. No sólo por ser el primero que lanza al país como rey en esta importante fecha, sino porque tendrá lugar dos días después de conocerse que una de sus hermanas, la infanta Cristina, será juzgada.
Felipe VI prometió en su ceremonia de proclamación una Corona con “una conducta honesta y transparente”.