Jeffery M. Price, un hombre de 34 años proveniente de Troy, Missouri, se convirtió en el centro de la controversia al protagonizar un altercado violento que involucró a una niña de 11 años.
El incidente comenzó con una llamada a la policía que alertaba sobre un individuo golpeando insistentemente una puerta, con la creencia de que se trataba de la vivienda de su exesposa. Los oficiales se movilizaron para atender la situación, encontrando a Price sentado en la entrada de una residencia. Al intentar interrogarlo, Price emprendió la huida hacia el interior de la casa.
El desenlace se tornó aterrador cuando Price, en un acto de violencia extrema, tomó como rehén a una niña de 11 años que se encontraba en la vivienda, amenazando a la oficial con un objeto que simulaba un arma y utilizando a la menor como escudo humano. Tras un forcejeo, la oficial logró liberar a la niña, pero no antes de que Price la agrediera brutalmente, golpeándola con fuerza y encerrándola en la habitación, impidiéndole escapar.
La situación se intensificó cuando dos oficiales del condado de Lincoln, quienes acudieron a brindar apoyo, lograron ingresar a la vivienda y someter a Price, aplicándole un dispositivo incapacitante para reducirlo y esposarlo.
Las consecuencias del enfrentamiento fueron devastadoras: la oficial sufrió graves lesiones en la cabeza, requiriendo atención médica inmediata, y uno de los oficiales recibió dos fracturas en los dedos durante la detención.
En el registro de Price, la policía encontró una bolsa con una sustancia blanca que se presume es metanfetamina.
Las investigaciones revelaron que Price había sido liberado de prisión bajo libertad condicional apenas una semana antes del incidente, cumpliendo una condena por robo con violencia y agresión doméstica de tercer grado.