El cantante de Radiohead, Thom Yorke, abandonó el escenario durante su concierto en solitario en Melbourne, Australia, el miércoles, después de ser interrumpido por un manifestante pro palestino. El incidente, que se ha difundido en redes sociales, ha desatado un debate sobre la responsabilidad de los artistas con respecto a la política internacional.
Según videos que circulan en línea, un asistente al concierto, alzando la voz, comenzó a hablar sobre el creciente número de muertos en Gaza y el conflicto israelí-palestino, acusando a Israel de "genocidio". El manifestante increpó a Yorke preguntándole cómo podía permanecer en silencio frente a esta situación.
Yorke, en un tono desafiante, le respondió al manifestante: "Sube aquí y di eso. Aquí mismo. Vamos. Sube al maldito escenario y di lo que quieras decir." Señalando al provocador, continuó: "No te quedes ahí parado como un cobarde. Ven aquí y dilo."
La situación se intensificó cuando Yorke, visiblemente molesto, reiteró: "¿Quieres arruinarle la noche a todo el mundo? Vamos." Ante la insistencia del manifestante, Yorke, visiblemente frustrado, dijo: "Vale, puedes. Nos vemos luego." Luego abandonó el escenario, antes de regresar más tarde para interpretar el éxito de Radiohead de 1997, "Karma Police".
El Arts Centre Melbourne, propietario del lugar, ha sido contactado para obtener comentarios sobre el incidente. Este no es el primer encuentro de Radiohead con la controversia política. En 2017, la banda fue blanco de críticas por su decisión de actuar en Tel Aviv. La organización Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) instó a Radiohead a boicotear a Israel por su conducta en Cisjordania y Jerusalén Este. La organización argumentó que la actuación de la banda en Israel equivaldría a un apoyo al gobierno israelí y a sus políticas.
En ese momento, fanáticos de Radiohead por Palestina escribieron cartas abiertas instando a la banda a no actuar en Israel, denunciando la situación de los palestinos. La banda, sin embargo, rechazó el llamado al boicot. Yorke, en declaraciones previas, afirmó: "Tocar en un país no es lo mismo que respaldar a su gobierno" y que la música se trata de "cruzar fronteras, no de construirlas".
El incidente en Melbourne ha reavivado el debate sobre la responsabilidad de los artistas con respecto a la política internacional. Algunos argumentan que los artistas tienen la obligación de usar su plataforma para expresar sus opiniones políticas y apoyar causas justas. Otros, sin embargo, opinan que la música debe permanecer al margen de la política y que los artistas no deberían ser obligados a tomar partido en conflictos complejos.