Desde el Grand Foyer de la Casa Blanca, con un tono mesurado pero firme, la exprimera dama detalló: "Hemos establecido cooperación basada en un propósito humanitario. Ocho niños ya están de vuelta con sus familias en las últimas horas". La declaración llegó acompañada de documentos oficiales que respaldan los hechos.
- La comunicación comenzó con una carta personal entregada por Donald Trump durante su encuentro con Putin en Alaska en agosto.
- Putin respondió por escrito, aceptando el diálogo directo con Melania.
- Equipos técnicos de ambos países trabajan en la identificación y ubicación de menores.
Lo que más llama la atención es el lenguaje utilizado:
"El alma de un niño no reconoce banderas", dijo Trump, marcando distancia del discurso belicista que suele rodear este conflicto. Fuentes cercanas al Departamento de Estado confirmaron que los informes recibidos desde Moscú
"contienen datos verificables y específicos" sobre cada caso.
Entre lo que se sabe hasta ahora:
- Los 8 niños reunidos forman parte de un grupo inicial de 23 casos prioritarios.
- La mayoría fueron separados de sus familias durante evacuaciones forzadas en la región de Donetsk.
- Documentación médica y psicológica acompaña cada proceso de reintegración.
El mecanismo opera fuera de los canales diplomáticos tradicionales, lo que según analistas consultados, le da agilidad pero también fragilidad política. Melania evitó referirse a críticas anteriores sobre supuestas deportaciones de menores ucranianos, centrándose en lo que llamó
"resultados tangibles frente a retos humanitarios complejos".
Mientras el conflicto cumple su tercer año, este esfuerzo bilateral sorprende por su enfoque técnico y discreto. Las mismas fuentes indican que ya hay preparativos avanzados para una segunda fase que incluiría a adolescentes desaparecidos durante los primeros meses de la invasión.
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