México, DF
Seis de cada 10 jóvenes sólo consiguen empleos informales y la tendencia continúa al alza.
México tiene la mayor tasa de empleo informal entre las economías más grandes de América Latina con el 60% de su población en edad productiva, señaló la Organización Internacional del Trabajo (OIT) al presentar el estudio Panorama Laboral 2012, basado en estadísticas oficiales de cada país.
El informe revela que los jóvenes, son quienes principalmente tienen cabida en el empleo informal, pues seis de cada 10 solo consiguen este tipo de trabajos y en México la tendencia continúa al alza.
En Brasil, la economía más grande de la región, el empelo informal llega al 40% de la Población Económicamente Activa (PEA), pero el porcentaje ha ido disminuyendo en los últimos años.
En Argentina, la tercera economía más importante de América Latina, luego de Brasil y México, el empleo informal alcanza el 50 por ciento.
La directora general de la OIT para América Latina, Elizabeth Tinoco, dijo que uno de los principales desafíos de la región es la calidad del empleo y recordó que el trabajo y los ingresos laborales constituyen un aporte fundamental para el crecimiento de las economías y la lucha contra la pobreza y la desigualdad.
“Casi la mitad de los trabajadores de la región sólo consiguen empleos informales, lo cual generalmente implica bajo salarios, poca estabilidad laboral, escasa cobertura de la seguridad social e incumplimiento de los derechos laborales”, señaló.
El estudio apunta que son los países con economías más pequeñas o menos desarrollados donde el empleo informal es una constante, como por ejemplo El Salvador, Perú, Paraguay y Honduras, donde el empleo informal supera el 60 por ciento.
La OIT define que “se considera que los asalariados tienen un empleo informal si su relación de trabajo, de derecho o de hecho, no está sujeta a la legislación laboral nacional, el impuesto sobre la renta, la protección social o determinadas prestaciones relacionadas con el empleo”.
Así, el empleo informal incorpora a trabajadores por cuenta propia, principalmente en el sector informal, trabajadores familiares auxiliares o jornaleros, entre otros, cuya constante es que carecen de seguridad social y, por norma general, no pagan impuestos.
Un claro ejemplo lo define la OIT: “en la cosecha de café, tanto en Costa Rica como en México, se manifiesta un fenómeno similar. La mayoría de los jornaleros son migrantes que vienen a las cosechas acompañados por sus familias y permanecen con estas en las fincas o en los alrededores”.