Ciudad de México
La cuestión es estar alerta de malas prácticas y ser consciente de la capacidad de endeudamiento.
Los créditos de nómina son una alternativa de financiamiento que ofrecen los bancos y otras instituciones a trabajadores que tienen una cuenta de nómina, ya que el pago se resta automáticamente al saldo de la cuenta.
La opción es conveniente solo si la persona está consciente de su capacidad de endeudamiento pero también depende del objetivo del crédito, es decir ¿para qué quieres ese financiamiento?
Si lo deseas para comprar un auto, quizá te conviene más un crédito automotriz o si lo quieres para un inmueble, un crédito hipotecario tiene mejores tasas.
Al ser un descuento automático de la cuenta bancaria resulta fácil para muchos adquirir un crédito de nómina sin considerar tasas de interés, comisiones por apertura, monto total a pagar, plazos y Costo Anual Total (CAT); lo que facilita que la deuda se salga de control fácilmente.
A esto se suma que instituciones como algunas Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (SOFOM), otorguen créditos a personas que ya destinan más del 30% de su ingreso al pago de deuda.
Juan Pablo Zorrilla, directivo de Resuelve Tu Deuda, explica que no se puede otorgar un crédito a alguien en una situación así pero “estos organismos lo hacen aun conociendo el historial del cliente porque para ellos implica un esquema de bajo riesgo donde cobran antes de que la quincena le sea depositada al cliente”.
La cartera de los créditos de nómina ha crecido de manera exponencial. De acuerdo con datos de la Condusef de 2011 a 2012 el saldo de la cartera reportó un crecimiento de 24.4%, al pasar de 94,573 millones de pesos a 117,605 millones de pesos.
Pero en Índice de Morosidad (IMOR) también creció por lo que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) determinó a la situación como un foco amarillo y llamó a los bancos a elegir mejor a los clientes.
“Una persona con descuento vía nómina y que ya cuenta con instrumentos como tarjetas de crédito y crédito personal, tiene el doble de probabilidad de dejar de pagar esos productos, si se sobreendeuda”, explica Zorrilla.
Para no caer en la parte mala de los créditos de nómina debes tener en cuenta lo siguiente:
-¿Para qué quieres el crédito? Evalúa si te conviene, quizá haya otros instrumentos financieros en el mercado que se adapten mejor a tu necesidad.
-Si ya destinas el 30% de tu ingreso a pagar deudas, mejor no sumes un nuevo compromiso pues las cuentas se te pueden salir de control.
-Si vas a contratar un crédito con el banco recuerda revisar las letras chiquitas del contrato, la tasa de interés, el plazo (puede ser desde 3 hasta 60 meses), el monto total (lo que terminarás pagando al final), los gastos adicionales (algunos créditos incluyen seguros de vida o desempleo), El CAT y las comisiones por apertura. Si lo haces con alguna SOFOM asegúrate de que esté avalada por la Condusef.
- Compara e infórmate. Puedes revisar todas las opciones en esta liga. Pero de acuerdo con Zorrilla, los bancos ofrecen mejores condiciones que otras entidades. Las tasas son más atractivas y su esquema está mejor establecido.
-Haz las cuentas. Recuerda que ese crédito absorberá una parte de tu sueldo. ¿Podrás con los gastos, te alcanzará? Determina tu capacidad de pago armando un presupuesto; resta los gastos a tu ingreso y lo que te sobre es lo que puedes destinar a pagar ese crédito sin riesgo de dejar de pagar.