Este cambio no es simplemente cosmético. Se trata de un movimiento estratégico que busca optimizar recursos y simplificar la estructura organizacional. El director de Pemex, Víctor Rodríguez, ha confirmado que se reducirá el número de filiales, conservando únicamente las que sean "estrictamente necesarias".
De esta manera, Pemex busca transformarse en una empresa más "ligera, robusta y resiliente", capaz de afrontar los desafíos del sector energético en el futuro.
Aunque no se ha revelado el número exacto de filiales que se eliminarán, la reestructuración representa un paso importante hacia un futuro más eficiente y competitivo para Pemex. Este proceso de reintegración, que busca consolidar la empresa bajo un solo paraguas, promete un cambio significativo en la dinámica de la industria petrolera en México.