El reciente accidente en la mina Media Luna, propiedad de Torex Gold, en el estado de Guerrero, ha reavivado la polémica sobre las condiciones de seguridad en las minas mexicanas. El incidente dejó tres trabajadores muertos a causa de la inhalación de monóxido de carbono, lo que ha generado un llamado a la acción para mejorar las condiciones laborales en las minas.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha instruido al secretario del Trabajo, Marath Bolaños, para que se revisen a fondo las condiciones en las minas canadienses, empezando por la mina Media Luna, y que se brinde el apoyo necesario a las familias afectadas. Esto incluye:
- Incrementar las inspecciones en las minas del país para garantizar que las empresas extranjeras cumplan con los estándares de seguridad establecidos en la legislación mexicana.
- Revisar las condiciones de trabajo en las minas canadienses para asegurarse de que se cumplan las normativas nacionales.
- Brindar apoyo a las familias de los trabajadores afectados por los accidentes mineros.
La tragedia de la mina Pasta de Conchos, en 2006, donde 65 personas perdieron la vida debido a una explosión, sigue siendo una herida abierta en la industria minera del país, ya que los restos de las víctimas aún no han sido recuperados. La presidenta Sheinbaum también destacó que la semana pasada se reunió con las víctimas de accidentes mineros en Coahuila, donde prometió apoyo a las familias de los deudos.
La situación está lejos de resolverse, y las autoridades mexicanas continúan presionando para que las minas operen bajo estrictas normas de seguridad que protejan la vida de los trabajadores. La determinación del gobierno mexicano de garantizar la seguridad de los trabajadores y de exigir a las empresas extranjeras que respeten las normativas nacionales es un paso importante hacia la mejora de las condiciones laborales en la industria minera del país.