El gobierno de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, refutó las afirmaciones del NYT, presentando evidencia científica de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris). Fue Armida Zúñiga Estrada, titular de la Cofepris, quien expuso los detalles de los riesgos en la conferencia matutina del 2 de enero. Su presentación, respaldada por Alejandro Svarch Pérez del IMSS Bienestar y Juana Peñaloza Ibarra de la SEMAR, arrojó luz sobre la letalidad del fentanilo.
La investigación del NYT generó inquietud por la aparente falta de medidas de seguridad de quienes producían la droga. Pero la Cofepris fue contundente al detallar los efectos en la salud. “Si hubiera sido fentanilo lo que estuvieran produciendo, el operador hubiera durado 30 segundos y hubiera caído fulminado”, afirmó Svarch Pérez, enfatizando la peligrosidad de la inhalación de sus vapores.
El impacto del fentanilo, según la Cofepris, es sistémico: afecta al menos diez órganos. Estos son algunos de los efectos:
- Piel: Llagas y abscesos, resequedad.
- Cerebro: Trastornos de memoria y personalidad.
- Hígado y Riñones: Alteraciones severas en su funcionamiento.
- Corazón: Disminución del ritmo cardíaco, dolencias cardiovasculares.
- Pulmones: Depresión respiratoria.
- Ojos: Contracción involuntaria de las pupilas.
- Sistema Digestivo: Afecciones gastrointestinales y estreñimiento severo.
La exposición al fentanilo, explicaron los expertos, puede darse a través de la inhalación, el contacto con mucosas, la exposición dérmica o la ingestión. La gravedad de los efectos depende de la cantidad y la forma de exposición.
La presentación de las autoridades ofreció una perspectiva detallada y preocupante sobre los riesgos asociados con la producción y consumo de fentanilo, destacando la necesidad de políticas públicas más efectivas para combatir su producción y consumo.